Gran Hermano, el reality show por excelencia, acaba de ver cómo el niño nuevo de la oficina, La Casa de los Gemelos, le adelanta por la derecha quitándole todas las pegatinas. Desde hace semanas, la audiencia del programa de Telecinco se hunde más y más, marcando mínimos históricos que ponen en riesgo su viabilidad. De hecho, en la última gala ni siquiera alcanzó el medio millón de espectadores. Quien un día fuera rey de este formato acaba de perder definitivamente su corona.
Y es que lo que antes se veía como revolucionario y trasgresor ahora se percibe como anticuado y casposo. Sin duda, las polémicas suscitadas en los últimos años -principalmente cómo encubrieron la violación a una de sus concursantes- no han ayudado a que la audiencia se mantenga fiel. Pero es que, con la llegada de La Casa de los Gemelos, el fenómeno Gran Hermano puede poner el último clavo de su ataúd.
La Casa de los Gemelos es un reality show al estilo de Gran Hermano que se emite por plataformas como Kick y YouTube. Arrancó el pasado 12 de octubre y su primera edición apenas duró 9 horas. Agresiones, insultos, inseguridad para los concursantes e incidentes de convivencia provocaron su rápida cancelación. Pero, a la vez, se prometió la llegada de una segunda edición muy pronto. El momento ha llegado y, marcado por un lavado de cara, ha alcanzado números extraordinarios.
En el estreno de La Casa de los Gemelos 2, el programa registró más de 200.000 espectadores simultáneos. Unas cifras muy altas que no paran de crecer y demuestran que el 24 horas de este nuevo reality interesa mucho más que Gran Hermano. Creado por los hermanos Carlos y Daniel Ramos, junto a Kiko Hernández, Víctor Sandoval y Coto Matamoros como figuras centrales, ya arrasa incluso con sus concursantes durmiendo sin hacer nada.
Las claves del éxito de La Casa de los Gemelos
El principal motivo del éxito de La Casa de los Gemelos frente al fracaso de Gran Hermano es su trasgresión. De hecho, muchos espectadores reconocen que les recuerda a las primeras ediciones de aquel reality show que cambió para siempre la televisión. En este nuevo programa no hay prácticamente ningún filtro. Hay consumo de alcohol, insultos, peleas, lanzamiento de objetos, consumo de drogas, escenas de cama…
Se trata, en definitiva, de un reality que se alimenta de la polémica y que estaría prohibido en la televisión, donde el contenido está mucho más regulado. Dentro de esa libertad que caracteriza a los reality shows de este tipo, en Gran Hermano se siguen ciertas normas que en La Casa de los Gemelos han saltado por los aires. De hecho, ni siquiera es descartable que en algún momento deje de emitirse por sus excesos. Aunque, por ahora, aguanta.
El segundo gran motivo para explicar el éxito de La Casa de los Gemelos es el perfil de sus concursantes. El reality ha unido a personalidades de la televisión con creadores de contenido de redes sociales. Concretamente, los nombres que forman parte del concurso son José Labrador, La Falete, Eros Vidal, El Patica, La Marrash, Sweet Flow, Miguel Misha, Nissy Lahr, Teresa Moreno, Gabriella Barbu, La Batres o Zaira de la Morena.
Son perfiles absolutamente estrafalarios que, al margen de arrastrar mareas de fans, propician situaciones absurdas, surrealistas y totalmente impredecibles dentro de la casa. Las trifulcas y los conflictos están a la orden del día, lo que engancha a los espectadores, atraídos por el morbo. También se generan momentos que inmediatamente son carne de meme o de fenómeno viral en redes sociales, aumentando su popularidad.
Todo ello se combina en un cóctel que sabe muy fresco. La Casa de los Gemelos ha renovado, por medio de la polémica y lo radical, el género de los reality shows. Su éxito se explica por sus inverosímiles concursantes y por un contenido sin filtros frente al que Gran Hermano, encasillado en las normas de la televisión tradicional, no puede siquiera competir.
