Varang, la nueva gran villana de Avatar 3: Fuego y Ceniza tiene sangre española. La actriz Oona Chaplin, nieta del legendario Charles Chaplin e hija de Geraldine Chaplin, nació en Madrid. Y tras una prometedora carrera en franquicias y títulos de renombre como Juego de Tronos, 007: Quantum of Solance, Sherlock o Taboo, ahora da el salto a Avatar. La saga de James Cameron regresa a los cines con su esperada tercera entrega. Y, el aclamado cineasta ha confiado en Chaplin para encargarse de uno de los personajes más importantes, su principal villana.
En Hipertextual hemos tenido la oportunidad de hablar un rato con ella. Calmada pero muy emocionada por formar parte de esta gran experiencia cinematográfica, Oona Chaplin nos ha contado todo sobre cómo es Varang y cómo fue el proceso de crearla para Avatar 3: Fuego y Ceniza. Un personaje que la crítica ha definido como lo mejor de toda la película y que ella reivindica como totalmente suyo, por muchos efectos digitales que tenga por encima para volverla azul.
“Todo es mío. Esa es la gran promesa de James Cameron y lo más flipante de este proceso”, desvela. En Avatar 3: Fuego y Ceniza, Varang es la malvada líder espiritual y militar del clan Mangkwan, unos Na’vi mucho más hostiles y agresivos que viven en una oscura tierra de fuego. Seductora, poderosa y sibilina, su carácter se convierte en uno de los puntos más fuertes de toda la película.
Crear a Varang desde cero
En la película, los movimientos de Varang son muy llamativos y didferentes a los vistos hasta ahora. Con ecos de Neytiri en su versión más maléfica, el personaje es hipnótico en todas sus apariciones. “El movimiento fue un trabajo muy profundo. Tuvimos seis semanas para prepararnos antes de empezar a rodar. Qué gran lujo, es uno de los mejores regalos. Y para mí fue un estudio. Estudié mucho a Zoe Saldaña, a Neytiri. Yo iba al aula de los ensayos, de los espejos, y como que la imitaba”, desvela Oona Chaplin.
“Dije: «Vale, ella se mueve desde el corazón porque tiene esa confianza». Entonces, ¿qué sucede cuando se cierra el corazón y se aprieta alrededor del pecho? Empezamos a trabajar con eso. Y hablé con Deborah Scott, que es la diseñadora de vestuario, una genia, y me facilitó esto también. Tanto en lo físico como en el diseño digital. Eso fue una gran parte. Y luego la otra gran parte fue el descubrimiento de los Buugeng. Estas armas te obligan a tener una precisión y un flow en el movimiento, pero también te inspiran lo serpentino”, desvela.
Ese trabajo le sirvió a Oona Chaplin para definir a Varang y su fisicidad. Pero, además, pudo trabajar junto a James Cameron y aportar ideas para Avatar 3: Fuego y Ceniza. “Es muy colaborador. Él sabe que tiene buenas ideas porque se las ha trabajado, pero también nos respeta y nos da mucho aliento, nos da mucho. Nos hace volar. Es un líder por ejemplo“, confirma.
Y no para ahí. Oona Chaplin prosigue sus elogios al director de Avatar 3: Fuego y Ceniza por dejarle ser tan libre como Varang. “Es el más curioso, el más determinado, el más disciplinado, el más trabajador. Y no por ser el más en todo, sino porque es así. Así que saca eso de nosotros también, nos saca esa capacidad de trabajo, esa capacidad de imaginación, de jugar, de retarnos a nosotros mismos para superar los límites que son ficticios, pero que pensábamos que eran reales”, asegura la actriz. “Es increíble como director y, sobre todo, es una persona muy cariñosa a la que le importa mucho el mundo. Cuida mucho a sus actores, a su familia y a su propio mundo”, sentencia.
Un rodaje íntimo
Oona Chaplin ya estaba acostumbrada a rodajes de Hollywood. Pero cualquiera sabe que una película como Avatar 3: Fuego y Ceniza no es algo normal. Sin embargo, lo que sorprendió a la actriz no fueron esos curiosos trajes de motion-capture, ni la tecnología de última generación. “Yo no me esperaba la confianza”, desvela.
“O sea, en cierto modo sí, porque hay algo que es universal de querer sacar lo mejor del artista, y para eso el artista tiene que sentir seguridad y y confianza. Así que eso lo había conceptualizado. Pero cuando llegué y sentí ese feeling, ese roce familiar de todo el mundo…”, cuenta Chaplin, agradecida por lo que pudo vivir en el set de rodaje. “Cuando estás en el Volume, es como una cápsula del tiempo. Una se va y, cuando vuelves, está todo igual, está toda la gente en sus mismos puestos, no se sabe si es día o si es de noche… Es la esencia de, no sé si Pandora, Eiwa o James, pero hay una magia que es espesa ahí”, recuerda.
“Para trabajar está muy bien, porque hay mucha concentración, hay mucho enfoque. La gente siempre quiere saber cuáles son las historias graciosas del set y eso. Pero, la verdad, no hay tantas porque estamos todos muy concentrados. Claro que hay risa, claro que confianza, claro que hay bromas y esas cosas, pero lo más impactante es la concentración. Y el apoyo. O sea, Sigourney Weaver y Zoe Saldaña me estaban apoyando, me estaban levantando como como mujer, como artista”, termina. No cabe duda de que para Oona Chaplin, hacer de Varang en Avatar 3: Fuego y Ceniza fue todo un regalo.
