Por mucho que nos cuidemos los dientes, a veces, las caries terminan siendo inevitables. Las bebidas ácidas, la sequedad bucal o una dieta pobre en ciertos nutrientes pueden aumentar el riesgo de padecerlas. Cuando llegan, la única solución sería el empaste. ¿Pero y si hubiese una forma de prevenir las caries o detenerlas cuando empiezan a aparecer, para no tener que recurrir nunca más al empaste? Unos científicos del King’s College de Londres podrían haber encontrado esa solución, gracias a una pasta de dientes fabricada a base de queratina.
En las primeras pruebas de laboratorio, cuyos resultados se publicaron el pasado mes de agosto, la queratina, extraída de restos de lana, ayudó a crear una cubierta protectora que finalmente se convertiría en un material muy similar al esmalte. Si ya se había empezado a formar la caries, esta quedaba tapada, mientras que también ayudaría a proteger el diente para que la caries no se originase nunca.
Es cierto que dichas pruebas se llevaron a cabo en dientes en un laboratorio. No se hizo directamente en animales, mucho menos en humanos. Sin embargo, dado que es un material totalmente biocompatible, no se espera que haya ningún problema con el uso dental de queratina extraída de lana o cabello. Estos científicos creen que podría utilizarse en forma de pasta de dientes para uso doméstico o un gel que colocarían los dentistas en sus consultas. De momento, suena todo muy bien.
Deben buscarse nuevas formas de tratar la caries
La noticia de la pasta de dientes de queratina ya fue interesante cuando se publicó en agosto, pero cobra todavía más sentido ahora, ya que se acaba de anunciar la prohibición de las amalgamas tradicionales para realizar esmaltes. Estas, mayormente, se fabrican con plata, pero también contienen mercurio, una sustancia que no solo resulta tóxica para los humanos, sino que también es muy perjudicial para el medio ambiente. Si bien las dosis en las amalgamas son mínimas y se consideran seguras para las personas, su fabricación y desecho pueden ser muy contaminantes.
Por eso, se insta a buscar nuevos materiales. En España, por ejemplo, las amalgamas que contienen mercurio ya se usan muy poco. Son mucho más habituales las resinas. Sin embargo, estas siguen sin ser la mejor opción medioambiental. Se plantea, por lo tanto, que sería más útil un material totalmente biodegradable o, lo que es mejor, algo que previniese por completo las caries. Es aquí donde entra en juego las pasta de dientes de queratina.
¿Cómo funciona la pasta de dientes de queratina?
La queratina es una proteína estructural que se encuentra en la piel, el pelo o la lana, entre otros componentes. Químicamente, estos científicos plantearon que, al unirse con los minerales de la saliva, la queratina podría transformarse en una sustancia similar al esmalte. Eso generaría una capa protectora que prevendría o incluso trataría la caries. Pero tenían que comprobarlo.
Por eso, plantearon un experimento para el que eran necesarios principalmente dos pasos. En primer lugar, la obtención de la queratina a partir de restos de lana. Después, la preparación de una especie de boca de pruebas, constituida por molares humanos recién extraídos y saliva artificial, todo ello colocado en un molde de resina. Algunos dientes se dejaron intactos, mientras que a otros se les crearon lesiones similares a las caries naturales.
Cuando la queratina se puso en contacto con esta boca artificial, como ellos habían previsto, comenzó a reaccionar con los minerales de la saliva, dando lugar a una especie de cristal que recubrió y protegió los dientes. Después, este cristal siguió atrayendo iones de calcio y fosfato, endureciéndose y transformándose en un material muy parecido al esmalte.
Las zonas sin caries quedaron totalmente protegidas, mientras que las que tenían caries se recubrieron más eficientemente que con un empaste. Esta barrera, además, cuenta con la ventaja de que podría bloquear los canales nerviosos, por lo que también solucionaría los problemas de sensibilidad dental y dolor causados por la caries.
Lógicamente, aún habrá que preparar la pasta de dientes de queratina y probarla directamente en humanos. Pero todo apunta a que puede funcionar. Si lo hace, la búsqueda de nuevos materiales para los empastes dejaría de ser un problema.
