Por desgracia, las enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer, siguen sin tener cura. No hay una forma de detenerlas por completo, pero sí que poco a poco se van descubriendo fármacos que ayudan a ralentizar su progresión. Sin embargo, la mayoría de ellos solo son eficaces si empiezan a usarse en las primeras fases de la enfermedad. Se debería diagnosticar el alzhéimer lo más rápido posible para que realmente haya resultados eficaces. Lo ideal sería detectar la enfermedad incluso antes de que aparecieran los síntomas evidentes. Esto puede parecer complicado, pero gracias a un sencillo test de 3 minutos, se ha convertido en una realidad.
Dicho test, bautizado como Fastball, ha sido desarrollado por científicos de la Universidad de Bath, en Reino Unido. Ya habían publicado resultados sobre su eficacia en 2021. Sin embargo, ahora han ido un paso más allá, al demostrar que se puede usar sin problema en el ámbito doméstico. Eso hace que diagnostica el alzhéimer rápidamente sea aún más fácil, ya que cualquiera puede someterse a la prueba sin necesidad de esperar largas listas de espera en los hospitales. No es un test de antígenos que se pueda comprar en la farmacia, sino algo más complejo que requiere cierta preparación, pero sí que evita desplazamientos a hospitales o listas de espera eternas. Se agiliza y facilita mucho el trabajo.
A grandes rasgos, lo que hace Fastball es medir la actividad cerebral y detectar problemas de memoria incluso antes de que el propio paciente o su entorno se den cuenta de que los tiene. En 3 minutos se obtiene un resultado bastante fiable, que podría garantizar el inicio de los tratamientos cuando aún pueden marcar la diferencia.
¿Cómo funciona este test para diagnosticar el alzhéimer?
A grandes rasgos, Fastball es una prueba de electroencefalograma. Lo que hace es medir las ondas cerebrales cuando los pacientes miran una serie de imágenes. No deben contestar preguntas ni memorizar nada. Simplemente ir pasando las imágenes.
El test se ha probado con pacientes mayores sanos y con deterioro cognitivo leve, una condición que puede conducir al alzhéimer. Se ha visto que, efectivamente, había una mayor tasa de diagnóstico de alzhéimer en este último grupo de pacientes. Pero incluso puede encontrar signos de la enfermedad en personas que todavía no han demostrado ningún tipo de deterioro cognitivo. Un año después de realizar el test, los exámenes cognitivos apuntaron a una gran tasa de predicción por parte de Fastball.
Esto indica que se puede diagnosticar el alzhéimer al menos un año antes de que la enfermedad sea evidente. Ese es el mayor problema con esta patología. Tarda mucho en dar la cara de forma muy evidente, por lo que a veces ya es demasiado tarde para que los tratamientos lleguen a ser suficientemente eficaces.
¿Cuáles son los tratamientos?
Hasta hace no mucho tiempo, la mayoría de medicamentos para trata el alzhéimer se basaban en inhibidores de la acetilcolinesterasa. Se ha comprobado que las personas con alzhéimer suelen tener niveles bajos de acetilcolina, un neurotransmisor que se libera a las uniones entre neuronas para contribuir al envío de señales relacionadas con la memoria. Al parecer, lo que ocurre en pacientes con alzhéimer es que, una vez liberado el neurotransmisor, se inactiva por acción de una enzima llamada colinesterasa. Por eso, los inhibidores de la colinesterasa, como la galantamina o la rivastigmina, son muy útiles para tratar los problemas de memoria en estos pacientes. No curan la enfermedad, pero ralentizan el que sin duda es uno de sus síntomas principales.

Por el contrario, los fármacos más novedosos contra el alzhéimer no actúan contra los síntomas, sino directamente contra el origen de la enfermedad. Se trata de donanemab y lecanebab, dos medicamentos de inmunoterapia que se encargan de reducir la acumulación de placas de beta amiloide. Aunque aún queda mucho por saber sobre el origen del alzhéimer, está más que demostrado que la acumulación de estos péptidos tiene mucho que ver con el desarrollo de la enfermedad. Por eso, si dichos fármacos se usan en sus etapas más tempranas, los beneficios pueden ser enormes.
Pero claro, se necesita diagnosticar el alzhéimer muy temprano. Aquí entra en juego Fastball. En solo 3 minutos, se puede encontrar a los candidatos para comenzar el tratamiento. A falta de una verdadera cura contra esta terrible enfermedad, este es un grandísimo paso al frente.