Tres razones para ver la polémica temporada final de ‘The Sandman’ en Netflix

Tres razones para ver la polémica temporada final de ‘The Sandman’ en Netflix

The Sandman comenzó como un proyecto imposible. Razones no faltaban. El cómic fundacional de Vértigo, publicado por primera vez en 1998, abarca múltiples mundos, personajes y escenarios. También, un punto de vista poco convencional sobre la mitología, el amor y el paso del tiempo. Por lo que llevar a otro formato un relato semejante, pareció por décadas una labor titánica. Una que podía simplificar en exceso o directamente desvirtuar los grandes temas del argumento, como el amor, la muerte y la soledad.

Pero finalmente, Netflix llevó adelante una adaptación que prometía no solo rendir homenaje a la obra. También, explorar sus personajes con toda la soltura que ofrece el género de las series. El proyecto finalmente llegó al catálogo de la plataforma en 2022. Casi de inmediato, se convirtió en una de las mejores producciones de la plataforma. Eso, por su capacidad para combinar una reflexión sobre la naturaleza de los sueños, el amor y el deseo desde una óptica novedosa. También, por lograr explorar el clásico cómic a partir del respeto y logrando captar con precisión la esencia del material del que proviene. 

La confirmación de la segunda temporada tardó en llegar, pero de inmediato se convirtió en una de las producciones más esperadas de Netflix. Entonces, ocurrió lo impensable. La filmación se vio salpicada de manera inevitable por las acusaciones de abuso sexual contra Neil Gaiman, autor del cómic. Para mediados de 2024, y en medio de una serie de denuncias gravísimas contra el escritor, la plataforma anunció que The Sandman había sido cancelada. Una decisión que puso fin no solo a la serie, sino al mundo en expansión que prometía la adaptación. A pesar de eso, la serie logra una última temporada para la historia del mundo del entretenimiento. En especial, por superar la polémica a fuerza de calidad.

Una adaptación brillante

La segunda temporada de The Sandman, rodada sin la intervención de Neil Gaiman, logra culminar la serie de manera elegante. Se convierte en un recorrido a través de varios de los mundos y escenarios más interesantes del cómic original. Para eso, el guion se aleja de la trama con tintes más o menos mundanos de la primera entrega, para enfocarse de lleno en el aspecto más trascendental y mitológico de la historia.

De modo que los nuevos capítulos adaptan Sandman: Estación de nieblas, la cuarta novela gráfica de la colección. Publicado en 1992, la historia relata cómo Morfeo, luego de su secuestro y una vez recuperado el poder de su reino, debe enfrentar una encrucijada. Eso, al convertirse en portador de las llaves del infierno, después de que Lucifer renunciara al trono del Averno. También incluye parte del arco narrativo La canción de Orfeo, que narra la vida y muerte del hijo de Morfeo y Calíope. 

Un giro trágico para Morfeo

Por lo que la conclusión de la producción no solo profundiza en la historia ya conocida. A la vez, logran captar la belleza lóbrega y angustiosa de toda la trama. En especial, cómo Morfeo (Tom Sturridge) atraviesa un largo proceso de crecimiento emocional e intelectual. El personaje, que la primera temporada mostró como frío y distante, regresa para mostrar el capítulo más duro de su historia. Pero en lugar de ser solo una tragedia o un melodrama con tintes mitológicos, la producción alcanza la mezcla entre cultura pop y relatos clásicos del cómic original.

Mucho más, convertir a esta última aventura de Morfeo en busca del propósito de su existencia, en una reflexión cuidadosa acerca del sentido de la vida humana. Un giro apropiado para cerrar un relato que basa la mayor parte de su interés en reflexionar sobre las cualidades espirituales de sus inmortales personajes. También, al final, la forma en que los míticos seres que pueblan su trama, tienen la capacidad de ser tan sensibles y compasivos como cualquier hombre o mujer corriente. 

Personajes inolvidables para la temporada final de ‘The Sandman’

Además de la presencia silenciosa y a menudo malhumorada de Lord Morfeo, la segunda temporada de The Sandman, trajo a la serie al resto de sus hermanos. Los Eternos, criaturas primordiales que encarnan las fuerzas más poderosas del universo, son varias de las figuras más fascinantes en el cómic de Vértigo. Pero además, juntos forman una familia disfuncional de hermanos que debe atravesar situaciones extremas y muchas veces, luchar para preservar la vida y el equilibrio cósmico. 

La complicada dinámica llega a la última entrega de The Sandman con una mezcla de humor, ternura y la capacidad para conmover por su simple humanidad. A los ya conocidos hermanos Deseo (Mason Alexander Park), Desesperación (Donna Preston) y Muerte (Kirby Howell-Baptiste), se unen ahora Destino (Adrian Lester), Delirio (Esmé Creed-Miles) y Destrucción (Barry Sloane). Juntos, deberán afrontar la posibilidad de un cataclismo, capaz de poner en peligro la vida tal y como la conocemos.

Pero más allá de los conflictos eternos y divinos, también hay lugar para personajes más discretos. De modo que la serie trae al live-action a Orfeo (Ruairi O’Connor), el hijo de Morfeo que sufrirá un destino peor que la muerte al quedar atado a la vida en condiciones espantosas. Un giro de los acontecimientos que no solo llevará a Morfeo a tomar una decisión que cambiará la historia de los Eternos para siempre. También, que mostrará que incluso entre entidades fabulosas y remotas como las que protagonizan The Sandman, hay lugar para el dolor, el duelo y la pérdida. Un deleite para fanáticos que se convierte en una de las buenas razones para ver la segunda temporada de la serie. 

Un universo enorme e intrigante el de ‘The Sandman’

A pesar de que la segunda temporada de The Sandman será la última, lo cierto es que deja a su paso una lección importante para el mundo del streaming. Eso, al demostrar que las grandes plataformas son el lugar ideal para explorar universos complejos y en especial, en los que requieren mayor detalle y profundidad. Pero en especial, la adaptación del cómic de Vértigo demuestra las posibilidades de un formato que permite profundizar en arcos distintos en paralelo, así como la experimentación de guion.

De hecho, la temporada final de The Sandman toma todo tipo de riesgos. Desde complicados flashbacks hasta conversaciones crípticas, pasando por luchas entre demonios y otras criaturas míticas. Lo cierto es que a pesar de concluir, la que todavía es una de las series más interesantes de Netflix, demuestra el poder de la fantasía. Mucho más, la capacidad del género para profundizar en ideas complejas, a través de una historia emocionante y una puesta en escena visualmente atractiva. El mejor legado que The Sandman deja a su paso. 


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