Había tardado en llegar, pero por fin podemos decir que la película de acción más salvaje y bestial del año ha llegado a los cines. Sisu 2: Camino a la venganza acaba de estrenarse y, con ella, los fans de este tipo de películas tienen una cita más que obligatoria. Tras enamorar al mundo hace tres años con la primera entrega, el imparable héroe del finlandés Jorma Tommila regresa con más sed de sangre que nunca. El director Jalmari Helander vuelve a estar a los mandos de un proyecto mucho más grande en ambición e igual de divertido en espectáculo.
La historia de Sisu 2: Camino a la venganza vuelve a seguir al solitario buscador de oro de Finlandia en su regreso a la casa donde su familia fue brutalmente asesinada durante la guerra. “El hombre que se niega a morir” la desmantela, la carga en un camión y se propone reconstruirla en un lugar seguro en honor a ellos. Pero cuando el comandante del Ejército Rojo que mató a su familia regresa empeñado en terminar el trabajo, se produce una implacable y espectacular persecución a través del país.

Sisu 2: Camino a la venganza
Después de una divertida primera entrega, Sisu 2: Camino a la venganza se permite crecer y convertirse en un espectáculo todavía más salvaje y violento. Una entretenidísima segunda parte que se entrega de lleno al gore y a lo indómito, con escenas impactantes que se suceden una tras otra sin dar un respiro. En resumen, es todo lo que debe ser una secuela en una saga así. Podríamos ver una de estas cada dos años y tardaríamos mucho en cansarnos.
Más grande, más bestia
En la primera película, Sisu nos ofreció una hora y media de pura matanza de nazis. Guantazos, explosiones, disparos… Aquel filme sorprendió por la calidad de su acción para tratarse de una película finlandesa tan sencilla (su presupuesto fue de apenas 6 millones de dólares). Gracias ese éxito, llenaron las arcas para doblar el presupuesto en Sisu 2: Camino a la venganza. Y con ello, se han permitido crecer, hacerse más grandes.
Lo más evidente es el fichaje de Stephen Lang, el malo de Avatar, como el gran villano de esta nueva entrega. Pero no solo eso. Al crecer en ambiciones, Sisu 2: Camino a la venganza también se vuelve aún más bestial y alocada. Las muertes son aún más gore, las explosiones aún más impactantes y las escenas de acción aún más deliciosamente sádicas. La secuela se ha permitido el lujo de ir más allá en todos sus aspectos, regalando un espectáculo de acción a la altura de muy pocas películas en los últimos años.

De nuevo contenida en hora y media, esta vez la carnicería tiene lugar en las estepas finlandesas, en sus acantilados y también en interiores. Incluso nos deja un maravilloso acto final en el interior de un tren. Si en la primera entrega las vísceras saltaban por los aires cual confeti, en esta ocasión se recrean en lo gore y en lo desagradable con momentos que sacarán carcajadas a los más acostumbrados y obligarán a apartar la mirada brevemente a los más sensibles.
Una película imparable
Hay algo maravilloso en Sisu 2: Camino a la venganza y es que repite el mismo esquema de la primera. Si la fórmula funcionó, para qué cambiarla. De nuevo, se nos hace una breve introducción solemne y pausada del conflicto. Ya conocemos al protagonista, así que ahora descubrimos su trágico pasado: la muerte de su familia. Son solo unos minutos, un arranque sosegado antes de entregarse de lleno al festival de violencia y muerte que es la película.

Es evidente el uso del clásico esquema de videojuego, en el que el personaje salta de pantalla en pantalla a medida que la historia avanza. Ya para empezar, Sisu 2: Camino a la venganza incluso nos pone a unos enemigos un poquito más duros que los de la primera, con cascos y armaduras blindadas frente a las que las balas no sirven. Una especie de aviso del director, como si nos gritara que hemos subido el nivel de dificultad. Luego llegan los aviones, los tanques… Y ya en el tren todo es aún más obvio, con obstáculos que sortear para pasar al siguiente vagón.
Este juego que nos propone la película le otorga un ritmo aceleradísimo, imparable. Es obvio que, al ser una secuela, Sisu 2: Camino a la venganza ya no cuenta con el factor sorpresa, ya sabemos qué esperar de ella. Su guion quizá no sea tan redondito como el de la primera, aunque su villano es aún más emblemático. Pero da igual. Todo se mueve sin darnos tiempo a respirar. Puro entretenimiento de primera calidad. Difícil no salir del cine dando palmas y con una sonrisa de oreja a oreja por el baño de sangre que hemos presenciado.

En resumen, Sisu 2: Camino a la venganza es el estreno perfecto para los fans del cine de acción. Un una película salvajemente entretenida y divertida que, pese a contar con mucho menos dinero que los grandes blockbusters de estudio, juega en su misma liga. Gore, sangre, violencia desmedida… Cada muerte es más imaginativa y sádica que la anterior, convirtiéndose en un nuevo festival feroz y grotesco, maravilloso. Es lo mismo que la primera, pero un poco más a lo grande. No se le podía pedir más a la secuela.

