Han pasado casi 6 años desde la última gran actualización del altavoz inteligente más potente de Amazon, el Echo Studio. Y en estos años el panorama de los asistentes digitales y de las propuestas de los diferentes fabricantes en cuanto a este tipo de dispositivos han cambiado mucho, tanto dentro como fuera de Amazon. La compañía ha lanzado bastantes productos en estos años, pero lo cierto es que el Echo Studio seguía siendo el rey de la calidad de audio.
Ahora la compañía lanza una nueva generación del Echo Studio (2025), y lo hace abandonando el diseño cilíndrico del modelo anterior para abrazar el lenguaje de diseño que ha dominado sus altavoces inteligentes los últimos años: tamaño más reducido y diseño redondo y compacto. Sobre el papel, el Echo Studio (2025) sigue siendo la propuesta más potente en cuanto a audio se refiere, pero está más en línea con los Echo Dot que con la generación anterior ante como se ve y cómo se comporta.
Como decimos, el algo más compacto que el modelo anterior e irremediablemente recuerda a un Dot con esteroides, pero sigue siendo la punta a lanza de la compañía en cuanto a experiencia de audio: enorme calidad, Dolby Atmos, y posibilidad de montarse un auténtico cine en casa con un par de ellos y un Fire TV y disfrutar del contenido con la mejor calidad de audio.

Respecto a la calidad de audio, el Echo Studio suena bien, muy bien, y lo cierto es que permite volúmenes muy altos sin que se distorsione. La integración con los servicios de audio de terceros sigue siendo impecable, y como en generaciones anteriores, el mejor partido en cuanto a calidad de audio sigue cayendo del lado de Amazon Music, pues que en nuestra experiencia, sigue ofreciendo la mejor calidad en los Echo de la compañía, por encima de otros servicios que puede llegar a ofrecer más calidad en dispositivos móviles como Apple Music.
Desgraciadamente, el Echo Studio sigue anclado en todo en la aplicación de Alexa, que es tremendamente farragosa para tareas básicas, control de música y no ofrece integración con otros protocolos de transmisión de música como AirPlay o Cast, que aumentaría enormemente la versatilidad de un dispositivo de esta calidad. Si bien sigue ofreciendo Bluetooth, lo cierto es que la calidad de audio cae en picado cuando se usa. Y seamos sinceros, la app de Alexa está muy atrás en términos de rendimiento y accesibilidad, y ni siquiera ofrece un control de volumen directo sin tener que dar varios taps en la aplicación para ello, aunque siempre podemos controlar la música con la propia voz o utilizar los controles del dispositivo.



También tiene ciertos problemas, al menos el software actual, para sincronizarse entre varios altavoces Echo de diferentes generaciones y tener reproducción multiestancia en ellos. La app de Alexa se empeña en decir que no están en la misma red y que, por tanto, no se pueden integrar, cuando paradójicamente está en la misma red y utilizando un eero de última generación, otro de los dispositivos de Amazon que tiene configuración automática de dispositivos de Amazon y del hogar digital, y que detecta y configura automáticamente todas las cuestiones de red de los Echo.
Si bien la reproducción en estéreo solo es compatible con dos dispositivos iguales, el multiestancia o “reproduce música en todas partes” debería funcionar sin problema. De momento, aun eliminando todos los Echo y volviéndolos añadir a la red, la app sigue sin permitir la reproducción simultánea en todas nuestras pruebas. No es un problema del propio dispositivo, pero sí algo que nos hemos encontrado estos días que lo hemos estado probando.
Sea como sea, lo cierto es que no necesitas varios altavoces Echo para llenar de sonido una habitación: el Echo Studio es suficiente como para escuchar música en un salón grande a todo volumen que no sea capaz de escuchar a la persona que tienes al lado, por lo que por en este sentido, es tremendamente potente pese a lo compacto que es, y más que suficiente para disfrutar de la música en el día con una enorme calidad.
Sonido excelente, pero cuidado con la ubicación

Dicho esto, y por mucho audio en Atmos, lo cierto es que la experiencia de escucha cambia mucho en función de dónde coloques el Studio. Hay que colocarlo en una superficie despejada, sin nada a su lado, para disfrutar de la mejor experiencia, puesto que si lo colocas por ejemplo al lado de la TV, o en una mesa con más elementos en su cercanía, la experiencia de audio es peor, sobre todo a volúmenes altos. En mi experiencia, la orientación y posición del dispositivo es muy importante, algo que no era tan necesario en los equipos más verticales como la generación anterior o el antiguo modelo Plus, y quizás lo más óptimo sea colocarlo en un pie en una esquina apuntando a centro de la sala. Quizás esta última crítica es de buscarle los tres pies al gato, pero lo cierto es que para un dispositivo que suena tan bien está bien pararse y pensar una buena ubicación para aprovechar todo su potencial.
Algo que tiene el nuevo Echo Studio y que es una auténtica genialidad es el sistema Omnisense que permite rutinas basadas en la presencia que, usando señales de ultrasonido y Wi-Fi, puede detectar movimientos sutiles o si una persona sigue en una estancia o se ha ido, y actuar en consecuencia.
Detalles geniales para el hogar conectado

Funciona de maravilla (siempre y cuando tengas el dispositivo en un sitio despejado y no en una estantería, por ejemplo) y te permite cosas como apagar las luces de una estancia cuando sales de ella o encenderlas, o por ejemplo encender un ventilador inteligente o apagar los radiadores cuando detecte que no estás en una habitación concreta. Y respecto al hogar inteligente, el Echo Studio tiene todo lo que necesitas: Zigbee, Matter y Thread, por lo que podrás conectar cualquier dispositivo directamente al Echo Studio.
Sobre lo que puedes hacer o no, lo cierto es que lo mismo: Omnisense ofrece un añadido muy bueno y que abre un abanico enorme de posibilidades, pero lo cierto es que de momento sigue siendo, al menos en España, la misma Alexa de siempre. Es más rápido gracias al chip AZ3 Pro, pero hasta que veamos un despliegue grande de Alexa+ y su IA, el Echo Studio está más enfocado a los entusiastas del audio que al control avanzado del hogar digital, pese a que tiene todo lo que podrías pedirle en este apartado.
El Echo Studio es, en definitiva, un producto excelente, con una enorme calidad de audio y base sobre la que construir tu hogar digital sin complicaciones, que será mucho más atractivo en cuanto Alexa+ y sus servicios auxiliares empiecen a llegar de forma masiva. De momento es el mejor Echo hasta la fecha y un dispositivo con una enorme calidad de construcción y un audio sobresaliente teniendo en cuenta lo compacto que es.

