And Just Like That, spin-off de la icónica Sexo en Nueva York, culminará con su tercera temporada. La noticia, publicada por HBO en sus redes oficiales y firmada por Michael Patrick King, no da demasiadas razones para la decisión. De hecho, el creador y también guionista de la producción, se limitó a explicar que, mientras escribía los últimos episodios de temporada, comprendió que era, en realidad, un final para la historia.
Por su parte, Sarah Jessica Parker, que interpretó a Carrie Bradshaw por 27 años, se despidió con una emotiva publicación en su cuenta de Instagram. Para la actriz, se trata del momento idóneo para despedirse de su legendario papel. Además de una forma de decir adiós, dejando en claro que encarnar a la columnista de Nueva York, marcó un hito en su vida. No obstante, para su coestrella Kristin Davis, se trató de un momento triste y lamentó la despedida. Lo mismo que Cynthia Nixon, que compartió la publicación de Parker sin añadir otra cosa que un breve comentario de agradecimiento.
Lo cierto es que, aunque ningún miembro del elenco o de la producción detrás de cámara utilizó la palabra cancelación, el final del programa no parece haber sido del todo planeado. En especial, cuando la misma existencia de la serie es fruto de la casualidad. Anunciada como una miniserie en 2021, su inmediato éxito le valió una renovación para una segunda temporada en 2023. A la que le siguió otra tanda de capítulos este año.
Problemas desde el comienzo

Pero mientras que al inicio el spin-off fue recibido por los brazos abiertos por los fanáticos de la historia original, a medida que la historia se desarrolló, perdió brillo e interés. Por lo que para su tercera — y ahora última — temporada experimentó un bajón sustancial de sintonía. El primer episodio apenas obtuvo 429.000 hogares, según Samba TV, en comparación con los 463.000 de la segunda temporada.
De modo que, a pesar de que Michael Patrick King afirmó que planeó el final, bien pudo deberse al escaso interés del público alrededor del revival. Un duro golpe para el que fuera uno de los contenidos originales más populares en la historia de HBO Max.
No obstante, desde sus primeros capítulos, la serie atravesó todo tipo de críticas que amenazaron su continuidad. En especial, porque la historia, que retomaba la vida de las protagonistas 20 años después de su última aparición en la franquicia, enfrentó varios inconvenientes. El más llamativo, incluir un numeroso grupo de personajes en un intento de resultar más inclusiva que su predecesora, a menudo criticada por ese motivo.
Personajes poco atractivos y vacíos

El resultado fue una historia que, si bien brindaba un lugar central a los personajes de la original, parecía ser incapaz de abarcar a todos los nuevos rostros. En especial, de desarrollar lo que se suponía era sus complejas historias y contextos. El caso más evidente de lo anterior, fue el de Che Diaz, interpretada por la actriz Sara Ramírez. El personaje se definía como une comediante no-binaria de ascendencia irlandesa mexicana, sin que ningún elemento se desarrollara. Por lo que parecía resumir el tono artificioso y mal establecido de la representatividad en el argumento.
Lo mismo podría decirse de Lisa Todd Wexley, interpretada por Nicole Ari Parker. El personaje, una documentalista afroamericana, esposa de un aspirante a alcalde de la ciudad, también negro, jamás tuvo la profundidad necesaria para su ambiciosa premisa. También, fue evidente que se trataba de un deliberado intento de romper la muy señalada exclusividad de personajes blancos en la historia. Pero a pesar de los intentos, And Just Like That jamás logró que alguno de sus nuevos añadidos resultara creíble. O, en el mejor de los casos, atractivo para sus espectadores.
Duelos, dolores y situaciones complicadas sin resolver

Otro de los puntos álgidos de la serie, ocurrió en el primer episodio. El argumento, que exploraba en la vida actual de sus protagonistas, pronto mostró un giro inesperado. Eso, al narrar la muerte de Mister Big/John James Preston (Chris Noth), ahora esposo de Carrie. Una decisión de argumento que además coincidió con una acusación por abuso sexual contra el actor.
En medio de la controversia, los fanáticos asistieron al funeral del personaje. Que, para hacerlo todo peor, se filmó con una rara teatralidad que parecía alejarse del tono íntimo como se retrató al matrimonio. Paso a paso, la perspectiva acerca de la vida de Carrie Bradshaw en Nueva York, se convirtió en una mirada sobre el duelo, la pérdida y la redención. Pero sin la suficiente profundidad como para analizar una situación tan trágica como la que planteaba la trama.
Sin sexo en la ciudad

Otro de los puntos que despertó controversia, se trató de la exploración en la sexualidad de Miranda. El personaje abandona a su esposo, Steve Brady (David Eigenberg), para comenzar un romance con Che Diaz e indagar sobre su orientación sexual. Pero el argumento, se enfocó mucho más en el puñado de humillaciones y situaciones incómodas que debió atravesar Miranda. Algo que opacó su renovada vida romántica y erótica.
Al final, incluso se comentó que todo lo que ocurría alrededor de la abogada pelirroja, parecía un castigo por tomar decisiones transgresoras. Todo debido a lo que se calificó como una escritura pobre, perezosa y descuidada del personaje.
Errores de continuidad y guiones ridículos para ‘And Just Like That’

Pero lo ocurrido alrededor de Miranda Hobbes no fue la única queja directa contra la calidad de los guiones y el argumento en general. Casi desde su comienzo, la serie atravesó todo tipo de inconsistencias, que convirtieron a la historia en una colección de equívocos. En el tercer episodio de la temporada inicial y al leerse el testamento de Mr Big, se descubre que el fallecido todavía guardaba una sorpresa. Todo, al dejar una considerable cantidad de dinero a su primera esposa. Eso, a pesar de que jamás había vuelto a nombrarla y que, de hecho, el personaje había desaparecido por completo de escena.
Aun así, la Natasha interpretada por Bridget Moynahan tuvo un breve e incómodo cameo. Uno además, sin otro propósito que reafirmar que Carrie era el amor de la vida del difunto. Mucho peor suerte, corrió el personaje de Stanford, encarnado por el actor Willie Garson, fallecido durante el rodaje de la primera temporada.
La eventualidad obligó a replantear el destino del buen amigo de Carrie sobre la marcha. Pero en lugar de un homenaje o su muerte en la ficción, la producción explicó la ausencia con una excusa insólita. Stanford, ahora convertido en monje budista, había decidido permanecer en Asia para dedicarse a una vida de recogimiento y trabajo altruista.
El padre que murió dos veces

Más preocupante que las blanduras de guion de la historia, resulta sus olvidos y gazapos al momento de explorar en el mundo de sus personajes. Seema Patel (Sarita Choudhury), dejó claro en la primera temporada que jamás había estado cerca del matrimonio ni deseaba estarlo. Solo para desdecirse en la tercera entrega, al insistir que su objetivo era encontrar el amor en un momento especialmente complicado. Miranda, una madre estricta, dura e intransigente en la primera temporada, se mostró en la última más abierta y maternal que nunca. Todo lo contrario a Steve, que perdió compostura y lógica, al amenazar con violencia física a su hijo Brady (Niall Cunningham), luego que este anunciara que había embarazado a su pareja.
El punto álgido de los problemas de continuidad de la serie, ocurrió cuando Lisa, tuvo que atravesar en la tercera temporada, el luto por la muerte de su padre. Solo que y como recordaron bien los fanáticos, ya la muerte del hombre se había mencionado al menos una vez. Lo que provocó debates sobre el descuido en los guiones de la producción y la falta de mimo al momento de profundizar en el relato.
Una ausencia notoria y mal llevada

No obstante, el inconveniente más complicado que atravesó And Just Like That, comenzó incluso antes de su estreno. Y se debió a la ausencia notoria y poco disimulada de Samantha Jones (Kim Cattrall), debido a la negativa de la actriz para volver a encarnar a su personaje. Por lo que la serie intentó incluir a dos figuras al grupo original — Seema y Lisa — sin los resultados esperados.
En realidad, la ausencia de Samantha, más que un hecho anecdótico, supuso una ruptura del delicado equilibrio en la dinámica de la historia. En la ficción, Samantha era el centro de las grandes conversaciones sobre sexo, monogamia, el paso del tiempo para las mujeres y otros temas fundamentales en Sexo en Nueva York. Pero mucho más, su personaje era un elemento vibrante, que equilibraba la energía nerviosa de Charlotte (Kristin Davies) con la más cínica de Miranda y actuaba como contraparte a Carrie.
Sin ella, el programa pareció naufragar en una sucesión de situaciones graciosas, dolorosas y hasta emocionantes, pero sin el contrapunto necesario para resultar de interés. Un problema que And Just Like That tuvo que enfrentar a lo largo de su historia y jamás pudo solventar.