En estas fechas hay todo tipo de calendarios de adviento: de cerveza, de infusiones, de cosmética… Existen para todos los gustos, pero los clásicos siguen siendo los de chocolate. Cada día, desde el 1 de diciembre hasta Nochebuena, puedes sacar una sorpresa, que, con los más básicos, viene siendo una chocolatina en forma de alguna figura navideña. Ahora bien, ¿te has dado cuenta de que el chocolate de esos calendarios de adviento no sabe tan rico como el que podrías comerte en tableta?
Esto es aplicable, básicamente, a los calendarios de adviento baratos. Si lo compramos de Lindt, o de Kinder, lo normal es que lleve productos de la marca, por lo que el sabor no cambia. Pero sí que es cierto que estas chocolatinas navideñas de los calendarios baratos suelen saber peor que el chocolate de tableta, por muy low cost que sea la marca.
Esto, según cuenta la redactora Sara Dobbs en un artículo para Mental Floss sobre este tema, se debe a que, por lo general, se sustituye la manteca de cacao por aceites vegetales mucho más baratos. Los calendarios de adviento se suelen fabricar en grandes cantidades y, en el caso de los low cost, se busca justamente eso. Que el precio sea lo más asequible posible para que cualquiera pueda comprarlos. La única forma de abaratar al máximo los costes es hacer ese cambio en los ingredientes.
¿Por qué es necesaria la manteca de cacao para preparar chocolate?
Si solo se utilizara pasta de cacao para fabricar el chocolate, el resultado sería granuloso, con una textura desagradable y un sabor demasiado fuerte. Para dar una textura más agradable, se le añade algún tipo de grasa, que normalmente es la propia manteca del cacao.

Esta se elige, para empezar, porque viene de la misma planta, de modo que los sabores casan a la perfección. Pero, también, porque, al tener un punto de fusión cercano al de la temperatura corporal, se derrite muy bien en la boca, mejorando la experiencia gustativa.
El problema es que la manteca de cacao es cara. Por eso, cuando se busca producir un chocolate mucho más barato, normalmente se recurre a otros aceites vegetales, como el de palma o de coco. Estas opciones se eligen también en países donde hace mucho calor y la manteca de cacao se puede derretir a temperatura ambiente.
A veces, para que el sabor no cambie tanto, sí que se usa manteca de cacao, pero se “corta” con otros aceites. Esto es lo que se conoce como chocolate compuesto y, lógicamente, también afecta al sabor.
Prestamos mucha atención a nuestras recompensas del calendario de adviento
En Mental Floss explican también que, si solo tenemos una pequeña chocolatina al día, solemos detenernos a degustarla con calma. No la engullimos como quizás sí hacemos con otros chocolates que estén disponiblse todo el año.

Esto hace que, si el chocolate del calendario de adviento sabe ligeramente distinto, lo notemos aún más. Por lo tanto, tenemos una explicación química, pero otra mental. Sea como sea, ambas te dan la razón. No te lo estás imaginando: el sabor del chocolate de los calendarios de adviento es diferente al resto. Pero sigue estando bueno.

