Este lunes, los neozelandeses se despertaron con una curiosa sorpresa. Se habían ido a dormir el domingo pensando que su país cuenta con 5 millones de habitantes. Sin embargo, al despertarse por la mañana todo estaba lleno de carteles anunciando la nueva población de Nueva Zelanda: 695.000 millones de habitantes. Inicialmente podríamos pensar que se trata de algo parecido a lo ocurrido en Australia, cuyo gobierno ha decidido acoger a los habitantes de Tuvalu como migrantes climáticos. Pero ese no puede ser el caso, básicamente porque en toda la Tierra hay unos 8.000 millones de personas. Nos sobran habitantes y nos faltan humanos, básicamente porque estas cifras no hacen referencia precisamente a personas, sino más bien a animales y plantas.
Según ha explicado en un comunicado el gobierno neozelandés, esta campaña, bautizada como “Always be naturing”, está dirigida a concienciar sobre la importancia de cuidar los ecosistemas del país. La cifra que aparece en la cartelería hace referencia de forma aproximada a todas las criaturas vivientes visibles del país. Es decir, no está hasta la última hormiga, pero sí más o menos todos los árboles.
De cualquier modo, aunque esta es una cifra aproximada, hay cantidades mucho más exactas sobre las que se espera atraer la atención de la población de Nueva Zelanda. Por ejemplo, el hecho de que el 63 % de sus ecosistemas están en peligro, o que hay 4.000 especies nativas amenazadas o en peligro de extinción.
Las plantas y animales de Nueva Zelanda también habitan el país
Tendemos a pensar que somos los únicos habitantes del país en el que vivimos, pero la realidad es que también vivimos interconectados con miles de millones de animales y plantas. Muchos nos sirven de alimento, nos protegen o nos acompañan. Otros pueden causarnos perjuicios, como los insectos formadores de plagas. La inmensa mayoría ni nos perjudican ni nos benefician. Pero todos pueden verse influenciados por nuestra actividad directa o indirectamente. Por eso, la decisión del Departamento de Conservación del Gobierno de Nueva Zelanda ha sido bastante acertada.
Contabilizar las plantas y animales de Nueva Zelanda como habitantes del país ayuda a que los neozelandeses, como mínimo, piensen en ellos al ver la cartelería. Nadie garantiza que esto vaya a servir de nada. Posiblemente no cause ningún impacto sobre la mayoría de las personas. Pero con unas pocas que sí cambien su visión sobre el medio que les rodea, habrá valido la pena. Además, el objetivo de esta campaña no es solo concienciar. Una vez llegados a ese punto, también se debe informar a la población (al menos la población humana) sobre las medidas para conservar los ecosistemas.

Una medida interesante para llevar a otros países
En realidad, también sería interesante hacer esto en otras zonas del mundo. Nueva Zelanda es un país con una biodiversidad riquísima y compleja, pero en todos los países hay animales, plantas y otros seres vivos que merecen consideración por parte de los humanos. Nos creemos importantes, pero solo somos una pieza más del ecosistema. Una minoría si tomásemos a los demás como habitantes de los países que habitamos. Si miramos todo desde ese prisma, quizás nos tomaríamos más en serio la conservación de las especies y los ecosistemas.