Hay algunas influencers que disparan una polémica con solo abrir la boca. María Pombo no suele ser una de ellas con mucha asiduidad. Sin embargo, sus últimas declaraciones sobre la lectura han hecho arder las redes. En ellas defiende el derecho a no tener dicha afición, algo que, ciertamente, es una postura más que legítima. El problema, como han asegurado muchas personas públicas o desconocidas, es que tiene muchísimos seguidores y, con su discurso, le está quitando importancia a los beneficios de leer, que son muchos.
Estos beneficios de leer son aplicables a personas de su edad, pero también a niños y ancianos. Nunca es tarde para empezar con la lectura. Incluso la propia María Pombo podría animarse a empezar si quisiese. Repetimos que está en su derecho a no hacerlo, pero sí que debería pensar mejor en el altavoz que tiene antes de restar importancia a los beneficios del hábito de leer.
Y es que, no, las personas que leemos no somos mejores por el hecho de hacerlo, como dice María Pombo en su vídeo. Pero posiblemente sí tengamos muchos beneficios a nivel cerebral que ella no tiene. Lo dicen cientos de estudios científicos, no lo decimos nosotros.
Todo empieza en la infancia
Según Nadine Gaab, investigadora en el Boston Children’s Hospital, la lectura activa muchas áreas cerebrales, vamos a ver otras más adelante, pero las más comunes son el lóbulo temporal, el área de Broca y los giros angular y supramarginal. La primera área está relacionada con la conciencia fonológica y la decodificación de los sonidos. Por otro lado, la segunda se encarga de controlar el habla y la compresión del lenguaje. Y, para terminar, tenemos áreas que nos ayudan a recoger las figuras de todas las letras y unirlas para formar palabras. Estamos hablando, por lo tanto, de una lectura inicial. Esa que se da cuando somos niños. Por eso, leer desde la infancia no solo nos ayuda con los beneficios que veremos más tarde, también sirve como apoyo para mejorar nuestro lenguaje y capacidad de comprensión.
Además, se activan vías neuronales que conectan áreas muy alejadas del cerebro, para relacionar lo que se ve en las letras con la compresión del texto. Los niños que leen mucho refuerzan esas vías neuronales, que además pueden tener otras funciones comunicativas muy necesarias. Por lo tanto, podemos decir sin miedo a equivocarnos que los beneficios de leer empiezan en la infancia.

Otros beneficios de leer a cualquier edad
El abanico de beneficios de leer es amplísimo. No importa cuándo forjemos el hábito, siempre podemos beneficiarnos. Y menos mal, ya que son muchas las ventajas que tiene la lectura para nuestro cerebro.
Se reducen los niveles de estrés
Hay muchísimos estudios que demuestran que la reducción del estrés es uno de los mayores beneficios de leer. Uno de los más importantes fue publicado en 2009 por científicos de la Universidad de Sussex. Estos comprobaron que la lectura puede reducir el estrés hasta en un 68 %. De hecho, solo 6 minutos leyendo son suficientes para reducir nuestro ritmo cardíaco, bajar la presión arterial y relajar los músculos. La vida del influencer a veces puede ser muy estresante. Si no tiene un spa a mano, seguro que a María Pombo le vendría bien un libro en algunos casos.
Mejora la creatividad
Otras de las regiones que se activan con la lectura es el lóbulo occipital, encargado de procesar la información visual. Y es que, cuando leemos, en cierto modo vemos lo que nos describen. No todos los autores son igual de buenos describiendo, pero si sumamos nuestra imaginación a la ecuación podremos hacernos una idea en nuestra cabeza de lo que nos cuentan. Esto es algo que se entrena. Cuanto más leamos, más capacidad de imaginación tendremos.
Dado que para los influencers y creadores de contenido la creatividad es muy importante, no sabemos a qué estás esperando, María Pombo.
También mejor la memoria
Cuando leemos una historia ponemos a trabajar tanto la memoria a corto como a largo plazo. Debemos ir reteniendo la información reciente y unirla con la de las primeras páginas. Esto es necesario sobre todo con los libros más largos, aunque la memoria se trabaja con todos. De nuevo, cuanto más leamos, más trabajamos la memoria. Sigue siendo muy beneficioso.
Beneficios de leer para la salud mental
No podemos hablar de los beneficios de leer sin hacer especial mención a la salud mental. Ya hemos visto que la lectura ayuda a reducir los niveles de estrés, pero eso no es todo. Se ha visto que incluso puede ayudar a reducir los síntomas depresivos en algunos pacientes. Como decimos siempre con este tipo de cosas, eso no quiere decir que un libro nos vaya a ahorrar el psicólogo, pero es un complemento maravilloso. De hecho, hay estudios que señalan que los efectos de la lectura frente a la depresión pueden durar mucho tiempo.
Y es que, cuando leemos, nos exponemos a algo conocido como absorción narrativa. Nos metemos de lleno en la historia. Está más que demostrado que nuestros cerebros suelen liberar mucha dopamina con la anticipación de un evento. Incluso se libera más dopamina que cuando llega dicho evento, por muy positivo que este sea. Por ejemplo, podemos estar esperando ilusionados nuestra fiesta de cumpleaños y esos nos generará más placer que la propia fiesta. En el caso de la lectura, cuando nos sumergimos en la historia a menudo estamos continuamente expectantes. Eso impulsa la liberación de dopamina, aunque si la expectativa tiene relación con algo oscuro, como en un thriller, puede cambiarse por adrenalina. En cualquier caso, suele tener un efecto positivo en nuestro ánimo.

Por otro lado, en 2015 se publicó un estudio en el que se demostraba que la lectura activa partes de la corteza prefrontal que están relacionadas con la toma de perspectiva. Tomamos perspectiva en el libro, pero entrenamos también nuestro cerebro para tomarla con respecto a los problemas que nos atormentan. Son todo ventajas.
La lectura es muy beneficiosa para las personas mayores
Ya hemos visto que siempre es buen momento para empezar con el hábito de la lectura. De hecho, es especialmente beneficioso para las personas mayores. En 2016, por ejemplo, se publicó un estudio en el que se vio que los ancianos que leían con regularidad tenían un 20 % menos de riesgo de morir en los dos años posteriores.
Por eso, si no sueles leer, estás a tiempo de empezar a hacerlo y disfrutar de todos los beneficios que hemos comentado. Igual que María Pombo.
Los efectos son duraderos
Para terminar, llama la atención un estudio publicado en 2013, en el que se vio que los beneficios de leer se mantienen en el tiempo.
En dicho estudio participaron 21 estudiantes a los que se les dieron 9 fragmentos de un mismo libro, de unas 30 páginas cada uno. Durante 5 días se les realizó una resonancia magnética de su cerebro por la mañana. En los 9 días siguientes se les pidió que leyesen cada uno de los fragmentos del libro antes de dormir y que acudieran de nuevo por la mañana para otra resonancia magnética. Una vez finalizado el libro, se les hicieron otras 5 resonancias magnéticas durante 5 mañanas.

De este modo se vio que las áreas del cerebro que se activaron durante la lectura siguieron activas incluso en los 5 días posteriores. Entre estas áreas destacaban sobre todo la corteza temporal izquierda, involucrada en la receptividad del lenguaje, y el surco central, que se encarga de controlar las respuestas físicas a sucesos imaginados. Por ejemplo, es la área que actúa cuando imaginamos que corremos y sentimos parte de los efectos en los músculos. Esto demuestra que la lectura es una experiencia inmersiva, ya que nos ponemos en la piel de los personajes. Y da igual lo que haga ese personaje, porque lo importante es que ponemos a nuestro cerebro a trabajar por todas partes. Son muchísimas las áreas cerebrales que se encienden cuando estamos leyendo y aún más los beneficios de que esto ocurra.
Todos estos son los beneficios de leer a nivel cerebral, pero aún hay muchos más. Porque, como suele decirse, leer nos hace libres. Si durante tanto tiempo se quemaron libros para que el pueblo no los leyera es precisamente porque son las armas más poderosas de las que disponemos. Además, leer nos aporta vocabulario, apertura de miras y todo tipo de conocimientos. Nos ayuda a viajar incluso cuando no tenemos tiempo o dinero para hacerlo. Puede que eso sea difícil de imaginar para alguien para quien viajar no es un esfuerzo. Pero para eso están también los libros, para que aprendamos a ponernos en los zapatos de los demás. En serio, María, no sabes lo que te estás perdiendo.