El presidente del gobierno francés, Emmanuel Macron, y su mujer, Brigitte Macron, acaban de presentar una demanda contra la influencer estadounidense Candace Owens por asegurar que la primera ministra gala es, en realidad, un hombre. La demanda irá acompañada, según ha explicado su abogado, de fotografías y pruebas científicas para demostrar su sexo biológico.
En este artículo vamos a ver cuáles podrían ser esas pruebas científicas, pero no sin antes dejar claras dos cosas. La primera es que está claro que Brigitte Macron es una mujer cis. No es la primera vez que se acusa a presidentas del gobierno, como la neozelandesa Jacintha Ardern, o consortes, como la propia Begoña Gómez, de tener un sexo biológico distinto al que muestran públicamente. Suele ser una estrategia de difamación bastante común, por lo que parece más que probable que el objetivo haya sido ese. En cuanto al segundo dato que debemos dejar claro, es este: ¿y qué? ¿Qué más da el sexo biológico de alguien? ¿Hace que su marido sea mejor o peor presidente? ¿La hace a ella mejor o peor persona?
Utilizar como insulto y difamación contra alguien el hecho de que sea trans deja muy clara la opinión pública que hay detrás de esta realidad. Eso debería preocuparnos mucho más que el sexo biológico de Brigitte Macron. Dicho todo esto, ya sí que sí, vamos a verlo: ¿qué pruebas científicas serían necesarias en este caso?
¿En qué se basa el sexo biológico?
El sexo biológico hace referencia al sexo asociado a ciertos parámetros cromosómicos, hormonales y fisiológicos.
En primer lugar, el sexo biológico masculino se suele corresponder con los cromosomas sexuales XY, mientras que el femenino hace referencia al XX. Con respecto a la fisiología, hay órganos que se asocian como el sexo biológico femenino, como el útero, los ovarios o la vagina, y otros que suelen corresponderse con le masculino. Es el caso de los testículos y el pene. A su vez, estos órganos ayudan a determinar el origen hormonal del sexo. Por ejemplo, si bien tanto los hombres como las mujeres pueden tener testosterona, sus niveles suelen ser más altos en hombres, porque se sintetiza mayormente en los testículos. En el lado contrario nos encontramos los estrógenos y la progesterona, más abundantes en mujeres, porque la mayor parte se produce en los ovarios.

Todo esto suele coincidir. Por ejemplo, los cromosomas XY coinciden con el pene, los testículos y la abundancia de testosterona. Normalmente, esto resulta en la asignación del sexo masculino en un recién nacido. Sin embargo, puede que a veces haya discordancia. Puede, por ejemplo, haber órganos asociados a los dos sexos biológicos u órganos que no se corresponden con el sexo cromosómico. Todo esto se conoce como intersxualidad.
A veces, es necesario elegir un sexo asignado al nacer para que estas persona se sigan criando como tal. Incluso en esos casos puede haber conformaciones distintas de cromosomas, como la XXY.
¿Qué pruebas se hacen?
Teniendo todo esto en cuenta, dos pruebas científicos para determinar el sexo biológico pueden ser un cariotipo o una analítica hormonal. El cariotipo es una prueba que se emplea para detectar todos los cromosomas de una persona. Nos puede indicar, por ejemplo, si alguien tiene una trisomía (tres cromosomas de un mismo tipo en vez de dos), pero también para saber cuáles son sus cromosomas sexuales. Es posible que esta sea una de las pruebas que ha presentado Brigitte Macron, aunque si solo sea quieren estudiar los cromosomas sexuales no es necesario. Puede bastar con una prueba como la PCR, que se dirige a localizar genes concretos. Por ejemplo, se puede buscar un gen que se encuentre solo en el cromosoma Y. Salvo excepciones, si se localiza, estaremos and alguien con sexo biológico masculino y, si no, ante alguien con sexo biológico femenino.

¿Es determinante?
Salvo que sea un caso de intersexualidad, este tipo de pruebas sí que pueden ser determinantes. No obstante, como ya hemos visto, no es algo que sea importante. ¿Qué más da el sexo biológico de una persona? Al final, no debemos olvidar que, además del sexo biológico, existe la identidad de género. Ese es el género con el que se identifica una persona. Si no coincide con el sexo biológico que se determinó en el nacimiento se considera que se trata de una persona trans. No obstante, por ley, en países como España o Francia debe constar ante todo la identidad de género.
¿Qué otras pruebas aportará Brigitte Macron?
Brigitte Macron aportará también fotografías de sus embarazos. Una persona con aparato reproductor masculino no podría tener hijos. Sí que puede darse el caso de que una persona con cromosomas XY tenga útero y vagina e incluso pueda quedarse embarazada. Es lo que ocurre en personas con síndrome de Swyer. Pero a esas personas normalmente se les adjudica el sexo femenino al nacer, a pesar de tener algunos caracteerees secundarios que no terminan de cuadrar.
Dicho esto, no hay nada que nos haga pensar que Brigitte Macron nació con sexo biológico masculino. Como hemos visto, probablemente sea un caso de difamación, como tantos otros. Pero, de nuevo, deberíamos replantearnos qué es lo que estamos tratando como un insulto. ¿Cuál sería el problema si realmente hubiese nacido como hombre? A todas luces y en todos los sentidos, Brigitte Macron es una mujer. Una mujer cis. Aunque si fuese trans no habría nada de malo en ello.