En Materialistas de Celine Song el amor lo es todo. Pero no de la manera corriente en la comedia romántica. Lucy (Dakota Johnson) es una casamentera de Nueva York convencida de que hay una fórmula infalible para crear la pareja perfecta. A saber: además de la atracción física, sentimientos mutuos y químicos, también interviene el aspecto más mundano de la estabilidad financiera. Por lo que dedica buena parte de su trabajo a encontrar candidatos que puedan responder a esas exigencias. Mucho más, que puedan convertirse en el ideal romántico de cualquiera.
Eso, hasta que conoce a Harry (Pedro Pascal), el aparente hombre perfecto. Atractivo, adorable y acaudalado, es la elección correcta para cualquier mujer en busca del amor. ¿O no? A esa disyuntiva se enfrentará Lucy cuando se reencuentre con John (Chris Evans), un exnovio que todavía no pudo superar. Y el que le hará cuestionarse todo lo que creía hasta entonces. Un giro que, además, lleva a Materialistas a sus momentos más interesantes. Eso al convertir a la cinta en homenaje tanto a la comedia romántica como al amor en el cine contemporáneo.
Algo que Celine Song logra al mezclar en el guion — que también escribe — varios guiños a varias de las comedias románticas más queridas de la década de 1980, 1990 y 2000. Para explorar en el tema, te dejamos las cinco grandes referencias a las clásicas comedias románticas en Materialistas. De una cinta que reflexionó sobre el amor y el matrimonio de una manera simple y amable, hasta una colección de historias románticas que se volvió icónica. Especial para los grandes románticos y los que aman el cine que rinde tributo al sentimiento más humano de todos.
Planes de boda (2001)

Adam Shankman dirigió en el 2001, una de las comedias románticas que consagró a Jennifer Lopez como una de las reinas del género. Pero, además, brindó una perspectiva novedosa, singular y fresca, sobre la búsqueda del amor y el sentido del romance en pleno comienzos del milenio. Planes de boda, que contaba la historia de Mary (Lopez), una experta en crear matrimonios perfectos que no creía en el amor, resume las inquietudes del romance cinematográfico de la época.
Para Materialistas Celine Song brindó al personaje de Lucy situaciones muy semejantes a las que tenía que atravesar Mary. En especial, por obsesionarse con relaciones perfectas, sin creer en realidad en el amor ideal y trascendental. Algo que se hace más que evidente cuando Harry se enamora de ella. De la misma manera que la Mary de Jennifer Lopez — que comienza a tener sentimientos profundos por el futuro esposo de una de sus clientas — Lucy se cuestiona la naturaleza del amor.
Mucho más, al comprender que todo lo que había creído hasta entonces, simplemente era una interpretación superficial sobre las emociones más complejas. Un giro de los acontecimientos que lleva a la película, a sus mejores momentos y a su singular final.
Emma (1996)

En 1996, el director Douglas McGrath tomó la inmortal historia de Jane Austen y la transformó en una comedia romántica, con pinceladas de drama de época. De la misma forma que el libro del cual proviene, Emma contaba la historia de una rica heredera de la regencia británica que se convertía en casamentera. Interpretada por Gwyneth Paltrow, la titular Emma dedicaba buena parte de su tiempo, a encontrar la pareja perfecta para las doncellas solteras a su alrededor. Eso, mientras expresaba su a menudo irónico punto de vista sobre el amor y el matrimonio.
La influencia de la cinta es evidente en Materialistas. De hecho, los primeros minutos de ambas películas, enfocan a sus respectivas protagonistas de manera muy parecida. En la adaptación de 1996, Emma explica el proceso para encontrar el candidato perfecto para una pareja duradera. Algo que también hace Lucy, que dedica tiempo a detallar su supuesto método infalible para las grandes relaciones.
Un punto de vista sobre el romance que las llevará a ambas, a enfrentar la posibilidad del amor desde el temor e incluso, la desconfianza. Un guiño al clásico de la década de 1990 que transforma la idea de amar y ser amado en complicado juego de equívocos y grandes revelaciones.
Cuando Harry encontró a Sally (1989)

El director Rob Reiner y la célebre Nora Ephron unieron fuerzas para relatar una de las grandes comedias románticas de la historia del cine. Cuando Harry encontró a Sally, cuenta la historia de una neurótica periodista (Meg Ryan) y su quisquilloso amigo Harry (Billy Crystal), unidos a lo largo de los años en una relación que va desde la antipatía al amor platónico. Para lograr el delicado equilibrio entre ambos escenarios, el guion de Ephron dedicó especial interés a las conversaciones entre sus personajes. Pero también, a la forma en que especialmente Sally, comprende el amor.
La propia Celine Song admitió que buena parte de su inspiración para los rápidos y elegantes diálogos en Materialistas proviene de la película de 1989. En especial, cuando Sally debe tratar de explicar su perspectiva acerca de cómo el amor evoluciona a través del tiempo. Un giro que la cinta explora a través de las experiencias de las diversas parejas en momentos distintos de sus matrimonios.
La inspiración es la directa responsable de una de las mejores escenas de Materialistas. La película de Celine Song muestra entrevistas a clientes de búsqueda de pareja, quienes revelaron su larga lista de requisitos para ser felices. El tono y la forma de mostrar las diferentes experiencias son muy parecidos — y en algunos casos, obviamente idénticos— al de la película de Rob Reiner.
Se acabó el pastel (1986)

Otra comedia romántica escrita por Nora Ephron que sirvió de inspiración para Materialistas, fue Se acabó el pastel de 1986. Dirigida por Mike Nichols y protagonizada por Meryl Streep, la cinta cuenta la complicada relación entre Rachel (Streep) y Mark (Jack Nicholson). En una de las escenas más recordadas, la protagonista, que hasta entonces estaba bastante segura de caminar al altar, termina por sufrir un acceso de pánico. Por lo que un grupo variopinto de personajes intentará convencerla de no abandonar su gran proyecto de vida, mientras conversan del amor de manera humorística.
Celine Song usó esa escena como una referencia muy evidente, para ilustrar el temor al futuro y la angustia existencial que conlleva, en ocasiones, contraer matrimonio. Por lo que el momento en el que una de las clientas de Lucy se acobarda antes de su gran día, Lucy tiene el deber de consolar y animar a la novia para seguir adelante. La secuencia es virtualmente idéntica a la de la película en 1986.
Love Actually (2003)

Por supuesto, con su combinación de maravilla, alegría, dolor y singular melancolía, esta película coral de Richard Curtis, es una de las referencias para Materialistas. No solo por la forma de enfocar el amor en las diferentes edades y momentos, sino también, por su extraño toque de alegría y sentido del absurdo. Celine Song logró explorar en la idea del amor justo a través de la posibilidad de indagar en el amor desde diversos puntos de vista. Algo que permite a la cinta reflexionar sobre el romance y sus matices, no solo para sus personajes, sino para el mundo que les rodea.
Un paralelismo que sin duda es más que evidente hacia la parte final de Materialistas. En particular, en las escenas en que Lucy pondera sobre el romance, sus alcances y cómo encontrar un equilibrio entre lo que se desea y el mundo real. Una reflexión muy semejante a las de Love Actually y que, sin duda, sirvieron de inspiración para la película de Celine Song en sus momentos más emocionantes.