Fabricar diamantes no es sencillo, pero encontrarlos en la naturaleza tampoco. Un ojo poco entrenado puede confundirlo con simples piedras y dejarlo pasar de largo. Al fin y al cabo, en la naturaleza no se encuentran pulidos, como cuando llegan a las joyerías. Sin embargo, hay personas para las que buscar diamantes es todo un hobby. Sobre todo hay personas con esta afición en Estados Unidos, ya que en Arkansas hay un parque donde pueden hacerlo públicamente y quedarse lo que encuentren sin problemas.
Cabe destacar que el propio parque se publicita así, como el único lugar en el que puedes buscar diamantes y quedarte lo que encuentres. Quizás sea el único lugar en el que esto puede hacerse de forma recreativa y programada, es cierto. Pero, por lo general, si te encuentras un diamante en la naturaleza, salvo que sea en una mina privada, no tienes que rendir cuentas a nadie. Es totalmente tuyo.
Es lo que ocurre en el Parque Estatal Crater of Diamonds, un lugar donde hace 100 millones de años se formaron un montón de diamantes a causa de una gran sucesión de explosiones volcánicas. Durante mucho tiempo, fue una mina privada, pero llegó un momento en el que el rendimiento era tan bajo que fue abandonada con este fin y se exploraron otras opciones. Finalmente, en la década de 1970 se tomó la decisión de convertirlo en Parque Estatal. Fue un triunfo, ya que no hay otro parque como este al que la gente pueda ir de excursión y, de paso, buscar el diamante para su anillo de bodas. Es0, justamente, es lo que le ocurrió recientemente a Micherre Fox, una mujer de Manhattan de 31 años que encontró el mejor de los premios en lo que iba a parecer solo un bonito día de excursión.
¿Cómo se forman los diamantes?
Para que se formen los diamantes, los átomos de carbono deben someterse a condiciones extremas de presión y temperatura. De forma natural ocurre en el manto, donde normalmente hay una mayor acumulación de carbono. En cuanto a la presión y la temperatura extremas, puede provenir de fenómenos como las erupciones vocánicas. Eso, justamente, es lo que ocurrió en Crater of Diamonds.
Pero hay un problema…
Las erupciones de Crater of Diamonds tuvieron lugar hace 100 millones de años, en una época de la historia de la Tierra en la que el manto aún no se había enriquecido en carbono. Por eso, aunque ya había algunos átomos, la cantidad de diamantes y otras piedras preciosas que se originaron fue mucho más limitada que si hubiese ocurrido más tarde.
Por otro lado, el magma de estos volcanes era muy estático. Esto lleva a la formación de diamantes pequeños, por las condiciones en las que estos normalmente se forman. Y es que, cuando se produce la cristalización, el carbono pasa a la estructura cristalina del diamante, de modo que el líquido en el que estaba anteriormente, en este caso el magma, se va quedando sin carbono. Cuando el magma es estático, el resultado es muy uniforme, con muchos diamantes pequeños. Si fuese más dinámico, en algunos puntos podrían formarse grandes diamantes, aunque la cantidad fuese menor.
Por otro lado, las condiciones posteriores a la formación de diamantes pueden influir mucho en sus distribución. En el caso del Crater of Diamonds, hay una zona en el este de la capa más superficial del manto que es muy rica en arcilla negra. Su pegajosidad, junto a la vegetación y la erosión natural llevaron a que buena parte de los pequeños diamantes se concentraran ahí.
Fue un gran filón para los primeros poseedores de la mina a principios del siglo XX. No obstante, una vez agotada esta parte del cráter, cada vez era más complicado encontrar unos pocos pequeños diamantes.
Un parque ideal para buscar diamantes
En 1972 se tomó la determinación de convertir el cráter en Parque Estatal de los Estados Unidos. Los visitantes pueden acudir allí de excursión y, de paso, buscar diamantes y otras piedras preciosas como la amatista, el jaspe o el cuarzo. Sin duda, es una excursión de lo más enriquecedora.
No se puede llevar maquinaria, pero sí otras herramientas para facilitar la búsqueda. Será muy complicado que los visitantes se hagan ricos, pues como mucho puede que encuentren un pequeño diamante, de unos 0,25 quilates. Desde 1972, los visitantes han encontrado unos 35.000 diamantes. Y algunos le han sacado muy buen partido, como es el caso de Fox. Con lo cara que es una boda, cualquier ayuda es buena. ¿Quién le iba a decir que una excursión en el parque le iba a ahorrar tanto dinero?
