Expediente Warren: El último rito concluye una de las franquicias más exitosas del cine contemporáneo. Y lo hace, con una historia que, si bien no es perfecta — está lejos de serlo — si cumple con lo que parece ser su principal objetivo. Incluso más allá de provocar escalofríos y sobresaltos. A saber: homenajear a la controvertida trayectoria de los autoproclamados demonólogos Ed y Lorraine Warren, interpretados en la ficción por Patrick Wilson y Vera Farmiga. Una premisa a la que la película dedica buena parte de su argumento.
De hecho, la cinta tiene mucho de despedida emotiva a sus dos protagonistas. De una exploración a sus últimos años — en medio de críticas a sus cuestionables investigaciones — a la recopilación de sus muy recordados momentos públicos. Lo cierto es que la producción dirigida por Michael Chaves explora en el hecho de que los Warren, tuvieron una definitiva importancia en la cultura pop relacionada con el horror actual. También, como la trama repite en más de una ocasión, en la popularización de investigaciones y debates sobre el tema paranormal.
Pero más allá de todo eso, Expedientes Warren: El último rito pone especial énfasis en atar todos los cabos sueltos de su historia. Por lo que se esfuerza en despedirse de cada aspecto relacionado con los Warren de manera muy directa. Una decisión de argumento que permite hacer un repaso a la franquicia desde la ya icónica película de 2013 que comenzó la saga, hasta las más recientes. También, dejando claro en varias escenas que es la historia final en todos los eventos que atañen a Ed y Lorraine Warren. Una decisión que, sin duda, impactó de lleno en el tono y ritmo de la producción.
¿Cómo culmina ‘Expediente Warren: El último rito’?
La gran conclusión de la cinta llega luego de que finalmente los Warren aceptan que deben intervenir en el caso de la familia Smurl. Hasta entonces, y debido a la mala salud de Ed, ambos se encontraban semi retirados. Por lo que, aunque el padre Gordon (Steve Coulter) les habló sobre la serie de eventos terroríficos que padecía la familia de Pensilvania, los demonólogos decidieron no ocuparse del caso.
No obstante, luego que el sacerdote hiciera una visita al hogar de los Smurl, fue atacado por la entidad que habitaba la propiedad. Algo que después le condujo al suicidio. Más tarde y en medio del sepelio del religioso, Judy (Mia Tomlinson), descubre lo ocurrido. De modo que decide ir en ayuda de los Smurl, sin informar a sus padres de que lo hará. Por lo que su prometido Tony (Ben Hardy), va en busca de Lorraine y Ed por ayuda. Por último y a pesar de sus reticencias iniciales, los Warren deciden ayudar a los Smurl. Eso, en medio del escándalo mediático del caso y sus propias dudas.
Todo se vuelve un poco peor, cuando Judy descubre que el espejo maldito habitado por un demonio y centro de todos los eventos terroríficos que sufre la familia, se encuentra en la casa. Por lo que Ed y Jack Smurl (Elliot Cowan) intentan sacarlo y en una maniobra desesperada, llevarlo al Museo de lo Oculto de los Warren, para contener el mal en su interior.
Pero la fuerza demoníaca se hace más poderosa por minutos y hace imposible incluso trasladar el objeto. Mientras eso sucede, Judy, que ya había mostrado síntomas de estar de alguna manera conectada con la entidad responsable de los horrores de los Smurl, cae enferma sin explicación.
El centro de todos los horrores
Todo, para luego, parecer estar poseída. Luego de golpear a Lorraine y arrojarla al sótano de la casa, provoca a su padre una crisis cardíaca y sube al ático de la familia, para que de la misma manera que Gordon, suicidarse. Solo que, en su caso, sus padres y prometido, logran evitar que muera. O mejor dicho, logran traerla de vuelta a la vida luego de colgarse en una viga del techo.
Por último, toda la familia se enfrenta al demonio que aterroriza a los Smurl y quería asesinar a Judy. En especial, esta última y Lorraine unen fuerzas para lograr contener el horror dentro del espejo. Posteriormente, Ed Warren lleva el objeto al Museo de lo Oculto para evitar nuevos ataques y entrega las llaves a Tony. Un gesto simbólico que indica que, de ahora en más, serán Judy y su futuro esposo, los responsables de cuidar de los peligrosos artefactos. También, de continuar en el futuro de la misión de la familia de luchar contra el mal.
¿Qué ocurre con Judy Warren en el final de la película?
Judy Warren logra salvar su vida y en una de las escenas finales de la cinta, contrae matrimonio con Tony. Al evento asiste un numeroso grupo de personajes de las anteriores entregas, incluyendo a Carolyn Perron (Lili Taylor) y a Peggy Hodgson (Frances O’Connor).
No obstante, en Expediente Warren: El último rito algo queda claro: más allá de ser la conclusión de la cinta, indica que la familia Warren comienza un nuevo ciclo. Eso, con Judy a la cabeza y en compañía de Tony, que de una u otra manera continuarán con el legado de Ed y Lorraine en adelante.
¿Qué ocurre con los Warren después de vencer a la entidad que asediaba a los Smurl?
A pesar de que la película asegura en algún punto que el caso Smurl destruyó la reputación de los Warren y sus vidas, el final de Expediente Warren: El último rito muestra exactamente lo contrario. En medio del baile de celebración de la boda de Judy, Lorraine confiesa a Ed que vio su futuro en una visión. Por lo que pudo vislumbrarles a ambos como abuelos, también viviendo una vejez feliz y plácida. Poco después, la película culmina explicando que Ed murió a los 74 años en 2006 y Lorraine a los 91 años en 2019.
La conclusión también deja claro, así, que no habrá otra película con los Warren como protagonistas, aunque insinúa que Judy y Tony, serán la generación de relevo en adelante. En especial, porque parte de la visión de Lorraine, muestra a este último aprendiendo todo lo necesario para luchar contra demonios y otros entes.
Si te quedas a los créditos, además podrás disfrutar de una recopilación de los casos más emblemáticos de la pareja con documentos reales de su archivo. También, diversas entrevistas de los reales Ed y Lorraine Warren, relacionadas con los casos que formaron parte de la saga cinematográfica. Un homenaje que, como menciona una oportuna viñeta, recuerda el aporte de ambos a un cambio de perspectiva sobre las investigaciones de lo oculto.
