Cada año, la oferta de turrones de Mercadona es más amplia. Tenemos los clásicos de toda la vida, pero también una gran variedad de sabores menos habituales como pistacho (aunque eso este año sí que es habitual), coco, frutos silvestres o cheesecake. En estas fechas resulta complicado ir a hacer la compra y no dejar caer uno dentro del carrito. ¿Pero cuál escogemos? Hay muchos criterios para escoger un buen turrón; pero, si quieres cuidar la línea, puede que te decantes por elegir el más saludable.
Antes la pregunta sobre cuáles son los turrones de Mercadona más saludables hay que tener varios detalles en cuenta. Para empezar, si somos estrictos, ninguno es saludable. Pero todos son seguros. No hay ninguno venenoso ni que merezca ser demonizado. Si solo quieres tomar turrón de forma más o menos ocasional para disfrutar de las navidades sin culpas, toma el que más te guste. Es lo más saludable si nos centramos en la salud mental. Ahora bien, si la intención fuese comerlo a diario en grandes cantidades, la realidad es que saludable, como tal, no hay ninguno.
Por buscar un término medio, vamos a ver cuáles no llegan a ser saludables, pero tienen ingredientes y valores nutricionales más interesantes en comparación con el resto.
Los tres turrones de Mercadona menos insanos
Si analizamos la oferta de turrones de Mercadona vemos que hay dos opciones sin azúcar. Por un lado, el de crema de almendras 0 % y por otro el turrón imperial 0 %. El primero está edulcorado con maltitol, sorbitol y acesulfamo K. Por cada 100 gramos, contiene 36 gramos de grasas, de las cuales 3,8 gramos son saturadas. Con respecto a los hidratos de carbono, tiene otros 36 gramos, de los que 4 gramos son azúcares y casi todo lo demás polialcoholes. En el caso del turrón imperial, lleva maltitol y sorbitol. Tiene casi la misma cantidad de grasas, pero solo 17 gramos de polialcoholes. Además, tiene mucha más fibra. 18 gramos, con respecto a los 6,6 gramos de la otra opción.
Los edulcorantes no aportan apenas calorías a los alimentos y endulzan con menos cantidad, pero no son tan maravillosos como parecen. Algunos, como el acesulfamo K tienen bastantes estudios científicos en contra. Los hay incluso que los señalan como posibles compuestos cancerígenos. Afortunadamente, en la industria alimentaria se controla muchísimo la cantidad de estos edulcorantes que contienen los productos, por lo que en principio no tendría que ser un riesgo.
En cambio, lo que sí que hay que tener en cuenta es que los polialcoholes pueden causar bastantes molestias estomacales, llegando incluso a provocar diarreas intensas si se abusa de ellos. Si pensamos que por tener menos calorías podemos abusar de estos turrones, puede que tengamos que hacer unas cuantas visitas al baño.
Finalmente, tenemos turrones, como el duro, que tienen un porcentaje muy alto de almendra. Un 63 % en concreto. Esto supone muchas proteínas y poca grasa. Pero ojo, porque contienen también mucha miel y jarabe de glucosa, lo cual aporta 35 gramos de azúcares por cada 100.
Ojo con las culpas
Si nos obsesionamos con buscar los turrones de Mercadona que menos engordan o los supuestamente más saludables podemos caer en la culpa si elegimos otras opciones. Por eso, si bien la información es importante, es más necesario que aprendamos a comer sin culpas. Si comemos mucho turrón, no tenemos que alimentarnos a base de lechuga al día siguiente. Si nos gusta ese turrón de pistacho con más de 40 gramos de azúcar por cada 100, no pasa nada por comerlo 3 días seguidos. Se trata de los días de Navidad, no de todo el año.
Comemos sin culpas, disfrutamos de la comida y, después, volvemos a la alimentación sana. Eso es mucho más importante que elegir unos turrones por encima de otros. Sobre todo si tenemos en cuenta que, saludable como tal, no es ninguno de ellos. Menos autoengaños y más comer con conocimiento.
