Hay personas que parece que tienen un don nato para hablar en público. Otras, si quieren desenvolverse medianamente bien, necesitan muchas horas de ensayos y aprendizaje. Incluso, a veces, también terapia psicológica para vencer el miedo escénico. Sea como sea, es cierto que algo se puede aprender. Hay muchos investigadores dedicados a estudiar cuáles son los trucos que hacen que nuestros discursos sean más claros y persuasivos. Uno de esos investigadores es el profesor de márketing de la Universidad de California del Sur Giovanni Luca Cascio Rizzo. Su última investigación, según ha explicado en un artículo para The Conversation, se centra en los movimientos de las manos y la verdad es que ha llegado a conclusiones interesantes.
Como él mismo señala en su artículo, viniendo de Italia, sabe muy bien que los movimientos de las manos pueden ser prácticamente un segundo idioma. Son importantes tanto a la hora de hablar en público, para muchas personas, como en conversaciones privadas. ¿Pero valen cualquier gesto? ¿Hay algunas que puedan ser contraproducentes?
Todas estas preguntas se las hizo también Cascio Rizzo. Por eso, puso en marcha una investigación de dos partes. En la primera se analizaron los movimientos con las manos de un grupo de ponentes de charlas TED. Para la segunda, con lo aprendido en la primera, se preguntó directamente a un grupo de voluntarios cómo de convincentes veían los discursos de algunos ponentes. Todos los resultados apuntaron en la misma dirección.
Lo que nos muestran las charlas TED sobre hablar en público
Para llevar a cabo la primera parte del estudio, estos investigadores analizaron 200.000 clips de vídeo de más de 2.000 charlas TED. Utilizaron un algoritmo de IA capaz de detectar todos los movimientos de manos y clasificarlos según de qué tipo eran y si tenían relación con el discurso.
Una vez clasificados todos los gestos, se compararon con el número de likes de cada vídeo. Esta era la forma más sencilla de comprobar si a los espectadores les habían parecido claros y convincentes los ponentes. Lógicamente, puede haber sesgos, como los likes por el contenido o por parentesco o amistad con los ponentes. No obstante, está claro que también reflejan la aceptación de los espectadores con respecto a la claridad. Al comparar todos los vídeos por igual, se puede eliminar parte de ese ruido.
Lo que vieron fue, básicamente, que los movimientos de las manos que servían para acompañar el discurso provocaban más likes, posiblemente porque daban más claridad al contenido. Estos ejemplos serían, por ejemplo, mover las manos para indicar si una distancia es grande o pequeña o elevarlas o bajarlas al hablar de un aumento o descenso de algún dato.

No todos los movimientos de las manos valen
En la segunda parte del estudio se le pasaron una serie de vídeos a un grupo de voluntarios que tuvieron que evaluar cómo de claro y persuasivo les parecía el discurso de las personas que aparecían en ellos. Se vio que, efectivamente, los movimientos de las manos puntuaban positivamente. Pero, de nuevo, solo lo hacían si eran movimientos que acompañaban al discurso. Los movimientos que no tenían nada que ver con las palabras, las manos agitadas de forma errática o incluso los pasos por el escenario sin ninguna intención, resultaron ser neutros o incluso contraproducentes. A veces hacían que el mensaje fuese incluso menos claro.
Lo mejor es que se puede enseñar
Una vez finalizadas las dos partes del estudio, estos investigadores quisieron comprobar si se podía enseñar a una persona a mover las manos de forma adecuada al hablar en público. Con todo lo aprendido, planificaron una serie de sesiones de entrenamiento con personas no familiarizadas con estas dinámica. Así, se vio que con solo 5 minutos de entrenamiento podían mejorar notablemente sus habilidades discursivas.

El siguiente paso de estos científicos será hacer lo mismo, pero centrándose en la forma de hablar: la entonación, las palabras elegidas… Su objetivo es demostrar que, efectivamente, cualquiera puede aprender a hablar en público. Solo deben enseñarte bien cómo hacerlo.

