Los efectos del Ozempic son tan variados que puede convertirse en un arma de doble filo. Es muy útil para pacientes con diabetes, pues ayuda a regular los niveles de glucosa. También se ha visto que tiene un efecto positivo sobre algunas condiciones cardiovasculares. Incluso hay estudios que apuntan a que podría proteger frente al alzhéimer. No obstante, lo que más famoso ha hecho al Ozempic es su poder adelgazante. Muchas personas lo usan para perder peso por su cuenta, llegando a producir un gran desabastecimiento en las farmacias de algunos países. Esto es peligroso, ya que quienes lo toman por recomendación médica pueden estar informados y monitorizados sobre sus posibles riesgos, pero quienes lo toman por libre no se someten a ninguno de esos controles. Por eso, un nuevo estudio, en el que se demuestra que podría reducir muchísimo la masa muscular, ha generado cierta preocupación.
Es algo que ya avisaban muchos pacientes. Sentían que al tomar Ozempic se desinflaban. Perdían peso, pero no solo de grasa. Sus músculos también se mermaban en el proceso. Un equipo de científicos de la Universidad de Virginia tenían en interés en saber cómo ocurre esto y cuáles son sus consecuencias más allá del aspecto físico.
Para contestar a estas cuestiones, llevaron a cabo una revisión de la literatura científica del Ozempic, en la que se ha demostrado que, efectivamente, afecta de forma muy negativa a la masa muscular. Y lo peor es que no hay ningún tipo de beneficio en esa pérdida de masa general. Más bien todo lo contrario.
¿Cómo funciona el Ozempic?
El Ozempic es un fármaco agonista de la GLP-1, una hormona que normalmente se libera en el intestino cuando comemos. Tiene varias funciones. Por un lado, ayuda a regular los niveles de glucosa para evitar que la ingesta de alimentos la eleve demasiado en la sangre. También ralentiza el vaciado del estómago, de tal manera que la sensación de saciedad es más duradera, invitándonos a comer menos. Esto, de nuevo, ayuda a evitar excesos de glucosa en sangre. Por estas razones, Ozempic es un fármaco muy beneficioso para pacientes diabéticos. Sin embargo, uno de los efectos secundarios de este medicamento es la pérdida de peso. A menudo los pacientes diabéticos tienen también obesidad, por lo que es un efecto igualmente beneficioso. El problema es que muchas personas lo usan sin ninguna condición médica preexistente, simplemente como si fuese una medicina milagrosa para adelgazar.
¿De dónde proviene esa pérdida de peso?
Cuando se acumula en nuestro organismo más glucosa de la que necesitamos para obtener energía o llevar a cabo otras funciones básicas, esta se transforma en grasa a través de un proceso conocido como lipogénesis. Eso, lógicamente, conduce a una pérdida de peso.
Por lo tanto, el efecto adelgazante del Ozempic suele ser en buena parte por una pérdida de grasa. Eso es beneficioso. El problema es que no solo se pierde ese tipo de peso. En la revisión llevada a cabo por estos científicos se ha visto que entre el 25 % y el 40 % de la masa que pierden estos pacientes es de la que se conoce como masa libre de grasa. Es toda la masa corporal que no corresponde a la grasa y que, aproximadamente en un 50 %, está formada por músculo. Es normal perder parte de este peso con la edad, pero de una forma más lenta. Se suele perder alrededor de un 8 % por década. Los pacientes que toman Ozempic pierden alrededor de un 40 % en mucho menos tiempo.

¿Cuáles son las consecuencias de perder masa muscular?
La masa muscular nos ayuda a mantener una buena postura, a llevar a cabo nuestras tareas del día a día y, en general, a estar más fuertes. Además, los músculos no solo nos ayudan a movernos y mantener el equilibrio. También ofrecen cierta protección y sujeción a los huesos, por lo que una persona con poca masa muscular tiene más riesgo de sufrir fracturas tras una caída o lesión. Dado que la pérdida de masa muscular puede afectar al equilibrio, las caídas son más frecuentes, especialmente en personas mayores, de modo que todo se retroalimenta.
¿Compensa esta pérdida de peso del Ozempic?
Los autores de este estudio quisieron estudiar también un parámetro conocido como aptitud cardiorrespiratorio (CRF) o volumen máximo de oxígeno. Como su propio nombre indica, es un parámetro que hace referencia a la facilidad del cuerpo para aprovechar el oxígeno durante el ejercicio físico. Además, da información sobre cómo colaboran en su funcionamiento el corazón, los pulmones, los músculos y los vasos sanguíneos. Estas cifras pueden servir para predecir la probabilidad de mortalidad por afecciones cardiovasculares o respiratorias. Se ha visto que suelen ser más bajas, y por lo tanto peores, en personas con obesidad, aunque no siempre es así. A veces puede haber obesidad, pero no un CRF bajo. En esos casos, la masa corporal elevada no se suele relacionar con una mayor mortalidad.
Lo que sí ocurre normalmente es que cuando una persona adelgaza aumenta su CRF. Por lo tanto, Ozempic debería mejorar este parámetro. Sin embargo, en el estudio realizado por estos científicos se vio que no. Por suerte, el ejercicio físico sí que ayuda a elevar el CRF en estos pacientes.

Esto indica que las personasa que toman Ozempic deberían recibir asesoramiento médico sobre rutinas de ejercicio o incluso posibles suplementos alimenticios para mantener su masa muscular y aumentar el CRF durante el tratamiento. Lamentablemente, quienes lo toman por su cuenta no tendrán esto en cuenta. Si su objetivo solo es ver bajar las cifras de la báscula, a menudo cuando eso ocurre lo demás les da igual. Aquí es donde empieza uno de los principales riesgos del Ozempic.