La industria de la IA no solo ha recrudecido la guerra entre las grandes tecnológicas. A diferencia de otras tecnologías, está captando la atención de gobiernos de todo signo político, lo que está cambiando diametralmente las reglas del juego. Si Corea ha sacudido el mercado del hardware con su mega acuerdo con Nvidia, Estados Unidos quiere hacer lo propio con el del talento.
Y es que mucho más allá de los chips, la RAM y las gráficas, hay otra guerra en curso que está acelerando la competencia entre las grandes tecnológicas… y los gobiernos: el de talento. No hay semana en la que no haya noticia de alguno de los grandes nombres de la industria, cambie de chaqueta de una compañía a otra, algo normal, claro. Y lo que vamos a ver a continuación va más allá de esas compañías.
Trump está empeñado en entrar de lleno en la guerra por la IA. No es desde luego la primera vez que el presidente de los Estados Unidos entiende el enorme valor estratégico que representa. De hecho, el Gobierno de EE. UU. ya anunció la puesta en marcha de su propia IA con lo que denomino Misión Génesis. Y si Estados Unidos ya tiene la tecnología y el hardware, ¿qué le falta? Talento. El mercado de la IA tiene un nuevo contendiente en la disputa por llevarse los nombres más importantes de la industria.
Salarios muy debajo por los de la industria de la IA
El Gobierno de EE. UU. necesita talento para desarrollar su IA y está buscando en todas las grandes empresas del sector privado, incluyendo las más conocidas y las menos conocidas, para atraer a sus proyectos al menos 1.000 ingenieros y especialistas. ¿La recompensa? Salarios de entre 150.000 y 200.000 dólares… y de momento buscan pescar entre las grandes compañías del sector: como Google, Meta, Palantir, xAI… que permitirán a sus empleados realizar prácticas en el gobierno y ofrecerán formación a los participantes de esta iniciativa del Gobierno.
Puede que la idea del Gobierno de EE. UU. sea más que interesante para atraer talento nuevo que quieran participar en su iniciativa, pero está más que complicado atraer nombres importantes en la industria con esos salarios. A día de hoy existe una enorme brecha entre lo que pagan las grandes compañías a sus ingenieros de IA frente a lo que ofrece al Gobierno.
La estrategia es significativa desde el punto de vista del talento internacional. Si trabajar para el Gobierno de EE. UU. abre la puerta a las grandes de Silicon Valley, puede que muchos especialistas, sobre todo de Europa, vean con mejores ojos ir a Estados Unidos que a China, pero habrá que ver qué tal resulta esta llamada a la acción del Gobierno de Trump.
