El gas de la risa podría ayudar a tratar la depresión, pero no por lo que dice su nombre

El gas de la risa podría ayudar a tratar la depresión, pero no por lo que dice su nombre

El óxido nitroso se conoce como gas de la risa porque se ha comprobado que su inhalación actúa sobre el sistema nervioso causando una sensación de euforia que a menudo va acompañada de episodios de risa incontrolable. Este es el motivo por el que, a pesar de los riesgos que supone su consumo descontrolado, se ha hecho bastante habitual en algunos ambientes como droga recreativa. Pero la realidad es que este gas también tiene muchas aplicaciones en medicina. Es bastante conocida su aplicación como anestésico. Esa por la que algunas personas no pueden controlar la risa después del dentista. Sin embargo, hay otra aplicación mucho menos explorada, pero sí muy prometedora, que lo convierte en un interesante tratamiento para la depresión.

Recientemente, un equipo de científicos de varios centros de investigación británicos han analizado la literatura científica en busca de los estudios más completos que analizan esta aplicación del gas de la risa. Dicha revisión les ha llevado a concluir que el óxido nitroso puede ser muy útil para tratar la depresión en pacientes resistentes a los tratamientos convencionales.

Se considera que una depresión es resistente al tratamiento cuando se han probado dos fármacos tradicionales sin resultados positivos. En Reino Unido, por ejemplo, estos son casi la mitad de los casos diagnosticados de depresión. Por eso, es muy necesario buscar alternativas como el gas de la risa. Pero ojo, porque su efecto positivo no se basa simplemente en provocar carcajadas. De hecho es algo mucho más sutil, pero infinitamente más positivo.

¿Por qué puede ayudar el gas de la risa a tratar la depresión?

Los estudios que analizan el papel del gas de la risa para tratar la depresión se basan en su capacidad para inhibir ciertos receptores del glutamato. Si bien la mayoría de tratamientos frente a la depresión se basan en la recaptación de la serotonina, el principal neurotransmisor excitatorio del sistema nervioso central es el glutamato. Buena parte de las señales que se envían a través de las neuronas de nuestro sistema nervioso usan este compuesto como mensajero. Por eso, si algún punto de su trayecto falla, puede haber consecuencias para nuestra salud cerebral. 

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Crédito: Wikimedia Commons

Es en esto, a grandes rasgos, en lo que se basa la hipótesis glutamatérgica de la depresión. Esta apunta a que, al menos en parte, la depresión se debe a un desequilibrio en los niveles de ciertos receptores de glutamato.

Se ha visto que los niveles de algunos de estos receptores están reducidos en pacientes con depresión, pero otros aumentan mucho su actividad, llegando a bloquear el efecto de la serotonina, cuyos niveles y acción están mermados en personas con depresión. Por eso, hace tiempo que se explora el papel de la ketamina para tratar a estos pacientes. Se trata de una droga que justamente actúa como antagonista de esos receptores del glutamato cuya actividad está anormalmente aumentada. Los antagonistas, básicamente, bloquean la acción de los receptores, por lo que se restaura el flujo normal del glutamato. Esto es lo que hace la ketamina; pero, según los estudios que se acaban de revisar, también el gas de la risa.

Los efectos son inmediatos

Algo muy interesante que vieron estos científicos es que los efectos del gas de la risa en pacientes con depresión resistente al tratamiento eran rapidísimos. En tres de los ensayos, una sola dosis de óxido nitroso clínico inhalado al 50% de concentración produjo reducciones rápidas y significativas de los síntomas depresivos en un plazo de 24 horas. Es cierto que los resultados no permanecieron a la semana siguiente. Sin embargo, con la dosificación repetida sí que se consiguió un efecto más duradero. 

inhalador
El gas se administra mediante un inhalador. Crédito: Freepik

En cuanto a los efectos secundarios, es cierto que se reportaron algunos, como dolor de cabeza o mareos, pero no llegaron a ser graves y remitieron por sí solos en poco tiempo. 

Por todo esto, se considera que el óxido nitroso podría ser una gran opción para tratar algunos casos de depresión resistente al tratamiento. Aunque hay que tener en cuenta dos cuestiones. La primera es que, como ocurre con los antidepresivos convencionales, todo esto debería ir acompañado de terapia. El fármaco es la tirita que ayuda a que la herida no se desangre mientras que la terapia la cura. Si solo usamos el fármaco, en cuanto quitemos la tirita la herida empezará a sangrar de nuevo. Por otro lado, aunque en este estudio se han analizado varios ensayos clínicos, sus autores insisten en que sería necesario realizar más. Dicho esto, la realidad es que parece que el gas de la risa puede ofrecer mucho más que unas cuantas carcajadas. Algo muchísimo mejor. 


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