Pavel Durov, fundador y CEO de Telegram, una de las aplicaciones de mensajería instantánea más populares del mundo, tiene claro lo que va a hacer con su fortuna de más de 13.900 millones de dólares cuando muera. Y, efectivamente, será algo que la mayoría de ciudadanos llevan a cabo: repartirla entre sus hijos. Aquí, sin embargo, hay una diferencia importante. Durov no solo tiene 2 herederos, ni 14, como Elon Musk. El empresario ha confirmado que tiene más de 100 hijos repartidos en 12 países de todo el mundo, y ha confirmado públicamente cómo ha logrado tener esta cantidad y lo que piensa hacer con ellos.
El fundador y actual máximo responsable de Telegram, relevó en una entrevista a la revista francesa Le Point que, en total, tiene más de 106 hijos. De estos, seis son fruto de su relación con tres parejas diferentes; los conoce, los ha criado y en algunos casos continúa teniendo una relación cercana. Los otros 100 restantes también son hijos biológicos, pero —digamos— de 12 nacionalidades diferentes.
¿Cómo? En su entrevista, Durov confesó que durante los últimos 15 años se ha dedicado a donar esperma a distintas clínicas de fertilización repartidas por todo el mundo. Comenzó siendo donante por un favor, pues uno de sus amigos le pidió ayuda para concebir tras comprobar que su esposa tenía problemas de fertilidad. Al principio se lo tomó como una broma, asegura, pero tras consultarlo con diferentes expertos, se percató del grave problema de escasez global de esperma, por lo que quiso aportar su grano de arena.
Desde entonces, el ejecutivo ha podido confirmar, a través de la clínica a la que donó inicialmente, que más de 100 parejas de 12 países han conseguido concebir gracias a ello.
¿Qué piensa hacer el fundador de Telegram con sus más de 100 hijos?

La intención del fundador de Telegram es clara: repartir su fortuna de más de 13.900 millones de dólares entre sus más de 100 hijos por igual. “Todos ellos son mis hijos y todos tendrán los mismos derechos. No quiero que se separen después de mi muerte”, subraya Durov.
Eso sí, el responsable de Telegram tiene un plan para evitar que sus hijos se vuelvan algo parecido a unos niños ricos consentidos que no han dado un palo al agua gracias a su fortuna. Durov asegura que quiere que “vivan como personas normales, que se construyan solos, que aprendan a confiar en sí mismos, que puedan crear y que no dependan de una cuenta bancaria”. Para ello, ha incluido en su testamento una cláusula que especifica que sus hijos no podrán acceder a su parte de la fortuna hasta que transcurra un periodo de 30 años desde su firma, el pasado mes de junio.
La otra pregunta es: ¿cómo va a contactar con sus más de 100 hijos? Debemos tener en cuenta que en algunos países, como España, las donaciones de espera son completamente anónimas por ley. Por tanto, es imposible que Durov sepa quiénes son todos sus descendientes. Para esto, el fundador de Telegram también ha ideado un plan. Publicará su perfil de ADN para que aquellos que crean que puede ser su padre biológico, se realicen una prueba para comprobar si, efectivamente, es pariente.

