Que Elon Musk mira con buenos ojos los contratos gubernamentales de sus empresas es algo que no se puede negar. No obstante, ninguna de sus compañías han mostrado especial interés en el sector militar, y lo cierto es que al revés tampoco. Esto puede estar cambiando, en tanto la división gubernamental de SpaceX, Starshield, está mirando con muy ojos al ejército y viceversa.
De hecho, los soldados del 324.º Batallón de Señales Expedicionarias de la Reserva del Ejército de EE. UU. está probando un sistema de comunicaciones de Starshield para mejorar sus comunicaciones en operaciones militares. De momento es eso, una prueba, pero de llegar a buen puerto, la compañía de Elon Musk bien podría convertirse en la más importante dentro de los contratistas privados para proveer comunicaciones al ejército.
La razón por la que el ejército de Estados Unidos tiene interés en Starshield está en su tecnología comunicación láser. Las bondades de Starshield son de sobra conocidas: ancho de banda enorme (en comparación con otros sistemas) y baja latencia en cualquier sitio del mundo. Esto abre la puerta a que unidades expediciones del ejército tengan a su disposición velocidades de carga de entre 300 y 500 Mbps y latencias de tan solo 25 milisegundos en un tamaño muy reducido y con posibilidad de desplegarlo en segundo y en cualquier sitio del planeta.
Starshield es un antes y un después en precio y tamaño para el ejército
La tecnología de Starshield es muy superior a lo que se usa hoy en día, como la Terminal Transportable por Satélite (SAT) del ejército, que es muchísimo más grande que la de Starshield. El sistema SAT mide aproximadamente 3,6 metros de largo y 6 metros de alto, en comparación con los apenas 60 centímetros de la tecnología de Elon Musk.
Lógicamente, las especificaciones del ejército son muy específicas, y el sistema SAT, aunque más rudimentario, grande, pesado y lento que Starshield está más que probado en el campo de batalla. Generalmente, es precisamente, lo que decanta la balanza es la fiabilidad en situaciones probadas, por lo que de momento no hay planes de cambio, pero sí pruebas para demostrar la viabilidad de Starshield y convertirse en el sistema de comunicaciones de referencia.
Quién sabe si, además de la NASA, Elon acaba también por convertirse en uno de los mayores contratistas de comunicaciones del ejército de los Estados Unidos.
