Japón lleva años esperando su Big One, un gran terremoto de magnitud 9 que podría suceder en torno a su famoso anillo de fuego. Este seísmo ha tenido mucho márketing en el país nipón, pero la verdad es que es un término que lleva usándose mucho tiempo en otros países. Por ejemplo, la primera vez que se usó fue para mencionar un posible terremoto colosal que afectaría a todo el norte de Estados Unidos. En general, se hace referencia a zonas con largas fallas y mucha actividad sísmica. Por eso, el gran terremoto que un equipo de científicos de la Universidad de Victoria ha predicho que podría ocurrir en Canadá podría catalogarse en cierto modo como Big One. Al fin y al cabo, este no es más que un término coloquial, sin ningún tipo de descripción científica.
Dejando a un lado si podría clasificarse o no como Big One, el terremoto canadiense, que tendría lugar en el territorio de Yukón, al noroeste del país, podría alcanzar una magnitud de 7,5, suficiente para causar muchísima destrucción en Dawson City, la ciudad en la que se calcula que podría tener su hipocentro.
No se sabe exactamente cuándo ocurrirá. Ni siquiera si lo hará, ya que predecir terremotos con exactitud es imposible a día de hoy, Sin embargo, el reciente hallazgo de actividad en una falla geológica que se creía dormida, ha generado la necesidad de prestar más atención a este punto de la corteza terrestre. Al parecer, la falla lleva miles de años acumulando tensión. Si la libera toda de golpe, las consecuencias podrían ser devastadoras.
¿Qué es una falla y cómo debe ser para dar lugar a un gran terremoto?
Las fallas geológicas son fracturas del terreno que se forman cuando los bordes de las placas que componen la corteza terrestre se desplazan. Estas fallas pueden acumular tensiones por los movimientos del terreno, como al estriar una goma elástica. Después, en un momento dado, se liberan y dan lugar a un terremoto. Para que sea un gran terremoto es necesario que la falla sea suficientemente larga para acumular mucha tensión.
La falla más grande del mundo es la falla de San Andrés, con 1.286 kilómetros de longitud. Se le conocen muchísimos grandes terremotos a lo largo de la historia y seguro que dará lugar a muchos más. De hecho, sería la responsable del Big One del norte de Estados Unidos.
Esta es una falla titánica. Hay pocas de tal magnitud. Por ejemplo, la falla de Nojima, esa que podría estar detrás del Big One de Japón, tiene 216 kilómetros de longitud. En España, el mayor terremoto de la historia reciente tuvo lugar en Lorca, Murcia, en 2011. Sucedió por tensiones acumuladas en la falla de Alhama de Murcia, cuya longitud es de alrededor de 100 kilómetros. Otro punto donde suelen suceder muchos terremotos es Almería. De hecho, el pasado mes de julio hubo uno de magnitud 5,3. En esta provincia predominan las fallas de Carboneras y Al-Idrissi, ambas también de unos 100 kilómetros de longitud.
Lógicamente, no pueden dar lugar a un Big One. Pero sí que podría hacerlo la falla de Tintina, en Canadá, ya que, según el estudio que se acaba de publicar en Geophysical Research Letters, tiene ni más ni menos que 1.000 km de longitud.

De falla dormida a posible creadora de un Big One
Hasta hace poco, se pensaba que la falla de Tintina llevaba 40 millones de años inactiva. Sin embargo, los autores de este estudio quisieron investigar más a fondo, al sospechar que, en realidad, sí que estaba pasando algo ahí abajo.
Habían recolectado información de los últimos 200 años procedente de transmisión oral indígena, registros históricos escritos y datos de monitorización geológica moderna. Esos indicaban que en la zona ha habido algunos pequeños terremotos de magnitud 3-4. Pero no tendría que ser necesariamente fruto de la actividad de la falla de Tintina.
Una forma de saber si una falla está activa es buscar lo que se conocen como escarpes de falla. Estos son escalones topográficos que se forman por la movilidad relativa de dos bloques de corteza en una falla. Cuando hay movimiento en la falla, se forman estos escalones para compensar el terreno.
En lugares muy boscosos, como el territorio de Yukón, es difícil detectar estos escarpes de falla. Por eso, los autores de esta investigación recurrieron al conjunto de datos ArticDEM, basado en imágenes satelitales. Así, vieron que hay un segmento de 130 kilómetros de la falla de Tintina, ubicado cerca de Dawson City, que ha estado teniendo actividad en los últimos 2,6 millones de años. En terreno con una datación de esa antigüedad vieron que, efectivamente, había una compensación con escarpes de falla de 1.000 metros. Después, en terreno datado con 132.000 años, hay una compensación con escarpe de falla de 75 metros.
Y entonces, comenzó al tensión
Hay varios escarpes de falla en los años siguientes, pero solo hasta 12.000 años. Desde entonces no se han formado más de estos escalones. Pero sí que ha habido tensiones en la falla. Se calcula que en esos años las vibraciones acumuladas han producido un desplazamiento de 6 metros. Y es justo aquí donde empieza el problema. Si todas esas tensiones acumuladas se liberase de golpe, podría darse un gran terremoto de magnitud 7,5.

No se sabe cuándo ocurrirá. Sin embargo, estos científicos creen que podría ser relativamente pronto (al menos en términos geológicos). Eso no quiere decir que vaya a ser pasado mañana. Pero, por si acaso, es buena idea prestar atención a los movimientos en la falla de Tintina. Creíamos que estaba dormida, pero ha estado de lo más activa.