El pasado mes de diciembre, unos científicos en la estación chilena del Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS) descubrió un asteroide cuya trayectoria se acercaba a la Tierra. Según sus cálculos, había una probabilidad relativamente alta de que este asteroide, bautizado como 2024 YR4, impactase en nuestro planeta en 2032. A medida que pasaban las semanas de observación, lejos de disminuir, la probabilidad de impacto del asteroide aumentaba. Por su tamaño, sería lo que se cataloga como un asteroide destructor de ciudades. No podría acabar con buena parte de la vida en la Tierra, como el que causó la extinción de los dinosaurios, pero sí que podría destrozar una ciudad entera. Afortunadamente, con las observaciones posteriores el riesgo comenzó a caer hasta 0. Hoy sabemos que no impactará con la Tierra. Sin embargo, hace poco que empezó a hablarse de una posible lluvia de meteoritos.
Todo esto se debe a que, si bien la probabilidad de impacto del asteroide en la Tierra cayó a 0, la de colisión con la Luna ha seguido aumentando. Ahora mismo, la trayectoria de 2024 YR4 se encuentra en un punto ciego para nosotros. No obstante, la NASA espera hacer nuevas observaciones en el mes de febrero. Entonces sabremos si la Luna sigue estando en su posible trayectoria o si ya ha salido de la misma, como ocurrió con la Tierra.
Esto no quiere decir que la trayectoria cambie. Lo que ocurre es que tenemos cada vez más información, de modo que lo que se conoce como área de incertidumbre se va reduciendo. Si a medida que se reduce la Luna sigue dentro, querrá decir que el impacto del asteroide es más probable. Y eso podría dejarnos una lluvia de asteroides.
¿Por qué variaron tanto las predicciones sobre el impacto del asteroide 2024 YR4?
Como ya hemos adelantado, las predicciones variaron por la reducción del área de incertidumbre. A medida que hay más información disponible, se pueden hacer cálculos más aproximados, por lo que el área de incertidumbre disminuye. Si la Tierra sigue dentro del área de incertidumbre, o área de posible impacto, a medida que esta se hace más pequeña, la probabilidad de impacto del asteroide es más alta. Se estrecha el cerco. Sin embargo, puede llegar un momento en el que el cerco se estreche tanto que la Tierra, finalmente, salga. Es lo que pasó en el caso de 2024 YR4.
En cambio, la Luna sí que sigue dentro del área de incertidumbre. Por lo tanto, la probabilidad de una colisión con nuestro satélite va subiendo. Actualmente se encuentra en un 4 %. Puede parecer poco, pero en términos astronómicos es bastante alta. Sea como sea, la mayoría de astrónomos, lejos de preocuparse, están muy emocionados con la posibilidad de que se produzca este impacto. Sería la primera vez que podría predecirse y verse a tiempo real una colisión de esta magnitud en la Luna. Podríamos ver cómo se forma uno de sus cráteres. Inicialmente no habría riesgo para la Tierra. Estamos demasiado cerca para que el choque nos afecte. Aunque, según un estudio publicado este verano, sí que podríamos experimentar una lluvia de meteoritos.
¿Sería peligrosa la lluvia de meteoritos causada por el asteroides destructor de ciudades?
Antes de vaticinar si la lluvia de meteoritos sería peligrosa o no, vale la pena avisar que el estudio de este verano aún no se ha sometido a revisión por pares. Es una especie de certificado de calidad al que se someten los estudios científicos. Por lo tanto, hasta que no se haga, debemos leer sus resultados con cautela. No quiere decir que no sean coherentes o que la investigación no se haya hecho bien, pero si no se certifica debemos tener cuidado.
Dicho esto, lo que se plantea en el estudio es que el impacto de 2024 YR4 con la Luna podría provocar la expulsión de fragmentos de roca a gran velocidad. Algunos de ellos podrían llegar hasta la Tierra en forma de lluvia de meteoritos. Sería simplemente un bonito espectáculo. Para nosotros no sería peligroso. Sin embargo, sí que podría plantear riesgos para algunos satélites artificiales que pudiese haber en la trayectoria o incluso para la estación Lunar Gateway.
Por suerte, aún queda suficiente tiempo para prepararnos para todo lo concerniente a este asteroide destructor de ciudades. De momento, veamos qué ocurre con las observaciones de febrero. Si sube el riesgo, habrá que seguir realizando cálculos para saber si realmente puede existir dicha lluvia de meteoritos y cuáles serían los riesgos. Con calma y paso a paso.
