Descubren un beneficio del queso que no te esperabas

Descubren un beneficio del queso que no te esperabas

Todo en la vida sabe mejor si se le pone un poco de queso. Está más que demostrado y es la máxima de muchísimas personas. Por desgracia, durante mucho tiempo ha sido un alimento bastante demonizado, por lo que normalmente se recomienda cambiar las opciones más grasas por otros quesos más ligeros, como el queso fresco. Supuestamente, es lo mejor para la salud. Sin embargo, poco a poco se han ido publicando nuevos estudios en los que se contradice esta idea. Se encuentran beneficios interesantes para el queso, sobre todo para aquellos con un alto contenido en grasas. Uno de los últimos estudios que se ha realizado sobre este tema, de la mano de científicos de la Universidad de Lund, señala que consumir este tipo de quesos puede proteger el cerebro y prevenir la demencia. De hecho, apunta también a otro lácteo con alto contenido en grasas: la nata.

Y es que es cierto que no es bueno abusar de las grasas, pero es importante que distingamos que hay muchos tipos de grasas. Igual que la proveniente de vegetales, como el aguacate, y ciertos pescados, como el salmón, ha perdido su mala fama, poco a poco estamos viendo que la de la leche aporta también muchos beneficios. De hecho, se recomienda, salvo que haya contraindicaciones, tomar la leche lo más entera posible, ya que sus vitaminas son liposolubles; de modo que, si se retira la grasa, las vitaminas se van con ella. 

Con el queso pasa algo parecido. Su grasa aporta algunos beneficios que desaprecerían si se retira. Y uno de ellos parece ser proteger el cerebro del deterioro propio de la edad.

¿Cómo se descubrió el papel protector del queso sobre el cerebro?

Este estudio se ha llevado a cabo con 27.670 personas suecas, cuya edad media al inicio de la investigación era de 58 años. Durante 25 años, se les hizo un seguimiento de su salud. Pasado ese periodo, se les hizo registrar todo lo que comían durante una semana. Además, se les encuestó sobre sus hábitos alimenticios a lo largo de su vida. 

Sobre todo se prestó atención al consumo de queso y nata altos en grasa. Para que un queso se considere alto en grasa debe tener más del 20 % de esta sustancia. Se clasifican así algunos quesos muy conocidos, como el cheddar, el brie o el gouda. En cuanto a la nata, se considera alta en grasa o entera cuando tiene entre un 30 % y un 40 % de grasa. 

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Para que un queso se considera rico en grasa, debe tener más de un 20 %. Crédito: Freepik

Se consideró que alguien tenía una dieta rica en quesos con alto contenido de grasa cuando tomaba más de 50 gramos de queso al día. En cambio, se consideraba una cantidad baja de queso alto en grasa cuando estaba por debajo del 15 gramos. Esos fueron los grupos que se compararon. Primero se ajustaron los datos teniendo en cuenta el sexo, la edad, la educación y la calidad de vida general. Es decir, se compararon solo personas que coincidían en estos factores que también pueden influir en el riesgo de demencia. Hombres con hombres, mujeres con mujeres, personas de bajos estudios con personas de bajos estudios… Así sucesivamente.

Tras hacer estos ajustes, se comprobó que el riesgo de desarrollar demencia disminuía en un 13 % cuando se tenía una dieta rica en queso alto en grasa. Además, había un 29 % menos de riesgo de demencia vascular. Incluso el riesgo de alzhéimer resultó ser menor, aunque solo en personas que no tenían la variante del gen e4 de la APOE. Cuando hay riesgo genético, el queso no puede ayudar tanto. 

¿Qué se vio con la nata?

También se vio un riesgo menor de demencia en personas que consumieron bastante nata rica en grasas. En estos casos, el riesgo de demencia fue un 16 % más bajo.

No es una cuestión de lácteos

Al analizar el consumo de queso bajo en grasas, o de otros lácteos como el yogur o el kéfir, no se observó el mismo nivel de protección frente a la demencia. Todos estos lácteos son saludables, no cabe duda. Especialmente si son ricos en probióticos. Pero parece que no tienen este efecto en el cerebro. Sí que es cierto que el estudio se ha llevado a cabo solo con personas suecas, que suelen tomar el queso crudo y acompañado de alimentos saludables. Los autores del estudio consideran que sería interesante analizar qué ocurre en Estados Unidos, donde es más habitual tomarlo fundido y con carne. Aun así, todo indica a un posible efecto protector muy interesante.

probióticos
Con el yogur no pasaba lo mismo. Crédito: Freepik

Por eso, aunque lógicamente todo debe hacerse con mesura, si no tienes contraindicaciones, parece que comer a diario queso rico en grasas tiene sus ventajas para tu cerebro. ¿Querías una buena excusa? Ahí la tienes. 


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