Sube el precio de la cesta de la compra, los alquileres, la electricidad… Todo sube menos los sueldos. Por eso, no nos queda más remedio que buscar formas de ahorrar en nuestro día a día. Para muchos conductores, una de esas medidas es repostar en la medida de lo posible en gasolineras low cost, cuyos precios suelen ser bastante más bajos que en el resto. Es genial para nuestro bolsillo, ¿pero hay alguna cara B oculta en estas ofertas? ¿Puede haber algo en la gasolina que sea peligroso para nuestros vehículos?
Esta pregunta nos la hemos hecho todos alguna vez y, aun así, lo normal es que continuemos teniendo dudas. Sin embargo, y por suerte, la respuesta rápida es que no. En principio, la gasolina de las gasolineras low cost no es dañina para el motor de los vehículos.
Ahora bien, si no es dañina, ¿por qué es más barata? Para esto, como es lógico, también hay una respuesta. Vamos a ver cuál es, pero, como adelante, diremos que es una cuestión de aditivos.
¿Cuál es el truco de las gasolineras low cost?
Según explican desde la Organización del Consumidor de España (OCU), la gasolina sin plomo está compuesta por una mezcla de hidrocarburos, etanol y aditivos. La mezcla de hidrocarburos viene ya hecha desde las refinerías, por lo que es la misma para las gasolineras low cost y para las convencionales. En ambos casos, es el mayor componente de la gasolina, normalmente con más de un 90 % del volumen total de la misma.
El etanol, por su parte, se está añadiendo poco a poco a la gasolina para hacer la transición hacia combustibles más renovables. La cantidad del mismo que hay en la mezcla viene indicada con una E, de modo que, por ejemplo, un E5 hace referencia a gasolina con un 5 % de etanol.
Para terminar, nos encontramos con los aditivos. Estos son una amplia variedad de sustancias que se añaden a la gasolina con algún fin. Por ejemplo, con ellos se busca alargar la duración del motor. Las compañías que venden combustibles de precios más elevados a menudo alertan que las gasolineras low cost no usan aditivos, por lo que serían una peor opción. Sin embargo, lo que ocurre, con base en el estudio realizado por la OCU, es que no se invierte el mismo presupuesto en producir esos aditivos. Las gasolineras low cost sí que usan aditivos para preparar su combustible, pero no invierten tanto en producir los mejores aditivos.
¿Entonces su gasolina es peor?
Una gasolina con peores aditivos podría maltratar más el motor. Al menos eso es lo que nos viene a la mente si pensamos que no se está invirtiendo en buenos aditivos. Sin embargo, debemos tener en cuenta dos cosas. La primera es que la proporción de aditivos es mínima como para que sus efectos supongan un antes y un después en la salud de nuestro vehículo. Y la segunda es que no hay pruebas de que realmente los aditivos caros estén alargando la vida de los motores.
Que no haya pruebas no quiere decir que no sea cierto. Simplemente es muy difícil de comparar en el terreno. Harían falta dos coches idénticos, conducidos por una misma persona, que hagan los mismos kilómetros al año, en los mismos lugares, cada uno con un tipo de gasolina distinto. Sería la única forma de comprobar que, realmente, hay un efecto positivo relacionado con los buenos aditivos.
Por supuesto, las gasolineras low cost no añaden agua a la gasolina como todos hemos escuchado alguna vez. De hecho, es algo totalmente ilegal que sí que podría dañar el motor de los vehículos, como ocurrió la pasada primavera en una gasolinera de Valencia.
Lo que ocurre con las gasolineras low cost es muy distintos. Básicamente, no se ha invertido mucho dinero en la calidad de una pequeñísima proporción de la mezcla. En principio, esto no debería ser un gran problema. Por eso, si quieres y te lo puedes permitir, adelante con la gasolina cara. Si no, no te preocupes por recurrir a las gasolineras low cost.
