La construcción es una de las industrias más contaminantes que existen. Contamina a muchos niveles, pero son especialmente perjudiciales sus materiales, sobre todo el cemento. De hecho, su producción es responsable del 7 % de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera. Desgraciadamente, el cemento es un ingrediente esencial en el hormigón para que los edificios sean resistentes, por lo que no se puede desechar tan fácilmente. Se necesitan alternativas eficaces, de ahí que los científicos lleven mucho tiempo explorando alternativas. Incluso están fijándose en lo que hacían algunas civilizaciones antiguas para intentar copias sus puntos fuertes. Ahora, más allá de eso, unos científicos de la Universidad del Este de Londres han descubierto que el uso de conchas de vieira desechadas puede ser muy útil para obtener un hormigón resistente, pero muchísimo menos contaminante.
Si lo pensamos, tiene sentido. El carbonato cálcico es esencial para que el hormigón se endurezca y las conchas de moluscos, como las vieiras, están compuestas principalmente de carbonato cálcico. Por eso, estos científicos decidieron probar con ellas para eliminar dos problemas de una sola vez: la contaminación asociada al desarrollo de cemento y la gestión de los residuos de la industria pesquera y alimentaria.
No es la primera vez que se buscan formas de fortalecer el hormigón usando materiales desechados. Se ha probado incluso con pañales. ¿Cuál será el mejunje definitivo con el que se construirán las casas del futuro?
¿Por qué se deben cambiar algunos materiales del cemento?
El cemento Portland, el más usado en la preparación de hormigón, está preparado principalmente a base de caliza y arcilla. La caliza aporta el carbonato cálcico, esencial para el endurecimiento, y la arcilla otros elementos muy importantes para el resultado final, como el silicio y el aluminio.
Para convertirse en el cemento que conocemos, la caliza debe someterse a temperaturas muy altas, en un proceso conocido como calcinación. Los hornos que calientan estos materiales consumen muchísima energía. Podrían utilizarse fuentes de energía renovables para aportarla y de hecho se hace, pero solo en unos pocos casos. Se sigue recurriendo mayormente a los combustibles fósiles, por lo que se libera muchísimo dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.

Por otro lado, la obtención de la caliza y la arcilla no solo supone el consumo de recursos naturales, sino que también libera CO2 al ambiente por los procesos industriales implicados.
¿Qué se consigue con la utilización de conchas de vieiras para hacer hormigón?
Para usar las conchas de vieiras para preparar hormigón estas deben molerse y calentarse. Sí, también se calientan, por lo que también se requiere energía. Sin embargo, el proceso es más eficiente, se consume menos energía que con el cemento y se libera menos dióxido de carbono a la atmósfera. De hecho, las emisiones se reducen en un 36 %. Además, al usar desechos marinos, no es necesario minar otros recursos naturales específicamente para eso.
Son todo ventajas, sobre todo si tenemos en cuenta que el resultado es especialmente resistente. Y eso también es una ventaja. Cuanto más resistente sea una edificación, menos reparaciones necesitará y menos cemento o materiales alternativos harán falta. Eso también ayuda a reducir las emisiones contaminantes.
Lógicamente, será necesario seguir haciendo pruebas para comprobar que las vieiras han llegado al hormigón para quedarse. De momento, no pinta nada mal.

