Consiguen eliminar las células dormidas que causan recaídas en cáncer de mama

Consiguen eliminar las células dormidas que causan recaídas en cáncer de mama

En los últimos años, la supervivencia de los pacientes con cáncer de mama ha mejorado muchísimo gracias a los cribados y métodos de diagnóstico. Por supuesto, también gracias a los tratamientos. Sin embargo, la recaída en el cáncer de mama sigue siendo un problema serio. La cifra varía según la fuente, pero se calcula que el porcentaje de pacientes que recaen en los años posteriores se sitúa entre el 20 % y el 40 % aproximadamente. Por ese motivo, son muchos los investigadores que intentan no solo mejorar los tratamientos para este tipo de cáncer, sino también los fármacos que pueden prevenir la recaída. Ahora, un grupo de científicos de la Universidad de Pennsylvania ha demostrado que la combinación de dos fármacos previamente conocidos en el ámbito de la oncología podría ser la bala de plata que estaban buscando.

Inicialmente lo habían demostrado solo en ratones. Sin embargo, acaban de publicar también los resultados de un ensayo clínico en humanos, en el que los resultados han sido magníficos. De las 51 pacientes que participaron en dicho ensayo, solo dos sufrieron una recaída en el cáncer de mama 42 meses después. Además, las células que normalmente se asocian a dicha recaída habían desaparecido prácticamente por completo en la mayoría de ellas.

Todo esto demuestra que los dos fármacos probados por los autores del estudio pueden ser la clave contra la recaída del cáncer de mama. Y lo mejor es que, al ser medicamentos que ya se habían aprobado con otros fines, se ahorran muchos pasos de burocracia y ensayos clínicos para que puedan llegar a emplearse. Es necesario realizar dichos ensayos. No obstante, pueden acortarse, por lo que podrían estar a disposición de los oncólogos mucho más rápido que si fuese una sustancia recién descubierta. En el tema del cáncer siempre es importante la cautela; pero, desde luego, hay motivos para ser optimistas con esta noticia.

¿A qué se debe la recaída en el cáncer de mama?

Según ha explicado en un artículo sobre este tema el periodista científico Enrique Coperías, los tumores triple negativo y HER2+ tienden a reaparecer a los pocos años. En cambio, los ER+ pueden hacerlo décadas después. No se sabe con seguridad en qué pacientes se dará esa recurrencia, por lo que a menudo, aunque ya estén curados, viven con una gran incertidumbre. Cabe destacar que si hablamos en masculino es porque, al contrario de lo que a veces se piensa, el cáncer de mama también puede afectar a los hombres. Eso sí, suelen ser una minoría. 

mamografía
Los métodos habituales de diagnóstico han ayudado mucho a mejorar la supervivencia, pero no detectan las células latentes.

La recaída en el cáncer de mama se debe a la presencia de unas células tumorales que permanecen latentes en otras partes alejadas del tumor original. Por ejemplo, en la médula ósea. A menudo, estas células no solo están inactivas, sino que son indetectables por los métodos que normalmente se emplean para diagnosticar el cáncer. Por eso, ni siquiera se puede saber qué pacientes tienen más posibilidades de experimentar una recaída con el tiempo.

Aunque estas células latentes se originan a partir del tumor, sus mecanismos de supervivencia no son los mismos que los de las células tumorales. Por eso, los tratamientos que normalmente atacan a estas últimas no sirven para ellas. 

Los autores de esta investigación han pasado mucho tiempo determinando cuáles son las vías de señalización de cada tipo de células y qué formas hay de detenerlas. Es decir, ¿cómo se puede atacar específicamente a esas células durmientes para detener los mecanismos que garantizan su supervivencia?

La clave está en dos medicamentos que ya se conocían

Tras probar varias sustancias, estos científicos concluyeron que había dos buenas candidatas que podrían atacar a las vías de señalización de las células latentes: la hidroxicloroquina y el everolimus. El primero es un fármaco que se hizo mundialmente famoso durante la pandemia de COVID-19. Y es que, a pesar de que inicialmente se desarrolló como medicamento contra la malaria, su papel antiinflamatorio ha sido útil contra otras enfermedades. Llegó a probarse en pacientes ingresados por COVID-19 grave, con resultados variables. La población entendió que era ideal para tratar y prevenir la enfermedad en cualquiera de sus formas. Ademas, cierto presidente del gobierno estadounidense no ayudó a desmentirlo con sus declaraciones, por lo que se desató una gran histeria para conseguir el fármaco. En cuanto al everolimus, es menos conocido, pero sí muy útil, ya que inhibe mTOR, una molécula con un importante papel en la proliferación celular. 

diagnóstico cáncer de mama
Las mujeres que se sometieron al ensayo clínico tuvieron muy buenos resultados. Crédito: Anntazervch (Pexels)

Se ha visto que, en ratones, ambos fármacos son muy útiles para prevenir la recaída en el cáncer de mama. ¿Pero qué pasa en humanos?

Un ensayo clínico con muy buenos resultados

Para responder a la pregunta sobre su eficacia en humanos se puso en marcha el ensayo CLEVER, cuya segunda fase acaba de finalizar con grandes resultados.

En dicha fase han participado 51 mujeres supervivientes de cáncer de mama, cuyas exploraciones habían estado totalmente limpias en los últimos 5 años. Todas ellas, además, mostraron tener células durmientes de cáncer de mama en su médula ósea cuando se sometieron a un análisis de la misma.

Las pacientes se dividieron en 3 grupos. En uno tomaron hidroxicloroquina, en otro everolimus y en el tercero una combinación de los dos fármacos. Todos los grupos recibieron 6 rondas de medicación. Después, se sometieron a un seguimiento en busca de células latentes. Entre 6 meses y un año más tarde, en el 80 % de ellas ya no quedaban células latentes. Además, la supervivencia libre de la enfermedad a los tres años superó el 90 % en las que habían recibido un solo fármaco y alcanzó el 100 % en las que habían sido tratadas con los dos.

Está claro, por lo tanto, que esta combinación farmacológica puede ser la calve para evitar una recaída del cáncer de mama. Habrá que ver qué ocurre en la fase 3 del ensayo clínico, con aún más participantes, pero de momento todo pinta muy bien. Ojalá que los resultados sigan siendo igual de buenos. 


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