Como cada año, ya sabemos cuál será el color tendencia de la temporada que entra. Dejamos atrás el mocha mousse de 2025 para entrar de lleno en el Pantone 2026: el cloud dancer, un tono de ¿blanco?
Sí, puede resultar un poco raro hablar de tonos de blanco. Es cierto que si pensamos en azules, por ejemplo, tenemos el azul cielo, el azul eléctrico o el azul klein, entre otros. Lo mismo con los verdes, los rojos, los amarillos… ¿Pero hay tonos de blanco? Como mucho podríamos pensar en el blanco normal y el blanco roto, pero lo cierto es que hay mucho más.
Y es que, en realidad, la intensidad de un blanco depende de cuánta luz es capaz de reflejar. Porque sí, como suele decir en sus charlas la neurocientífica experta en visión Conchi Lillo, los colores no existen. Sólo son el resultado de la manera en la que las superficies interaccionan con la luz y nuestros ojos la interpretan. Vemos algo blanco cuando refleja la mayor parte de las longitudes de onda que llegan hasta él. De hecho, el color blanco no solo puede ser tendencia y dar aspecto de pureza y pulcritud. El blanco es uno de los colores más investigados por los científicos, algunos de los cuales llevan años en busca del blanco más blanco del mundo.
¿De dónde viene el color blanco?
La luz visible está compuesta por una gran cantidad de longitudes de onda, que se descomponen al incidir en una superficie. Según cuál sea la composición de dicha superficie, puede que algunas de esas longitudes de onda se absorban, mientras que otras se reflejan, llegando hasta nuestros ojos. Las distintas longitudes de onda se asocian a colores diferentes, del mismo modo que sus combinaciones. Así, la suma de todas da lugar al color blanco, mientras que su ausencia se convierte en un tono negro. Si todas las longitudes de onda, o al menos la mayoría de ellas, se absorben, vemos la superficie negra. En cambio, si la mayor parte de esas longitudes de onda se reflejan, vemos un color blanco. Pero aún no se ha conseguido reflejar artificialmente absolutamente toda la luz. Siempre queda un poquito que se absorbe.

Según cuáles sean las longitudes de onda que componen ese poquito, tendremos un tono de blanco u otro.
El Pantone 2026, el color que marcará tendencias, es el Cloud Dancer. Sin embargo, en el Pantone, esa lista de colores clasificados para facilitar su uso en artes gráficas, incluye muchísimos tonos más. Algunos ejemplos son el Brilliant White, el Coconut Milk, el Cannoli Cream o el Sea Salt. Puede que a simple vista nos parezca que la leche de coco, la crema de un cannoli o la sal del mar son del mismo color, pero tienen distintos tonos de blanco. No reflejan la misma cantidad de luz ni las mismas longitudes de onda.

Más allá del Pantone 2026, ¿por qué se busca el blanco más blanco?
El Pantone 2026 será un color tendencia este año, pero la realidad es que el blanco suele marcar mucho más que tendencias. Y es que, al reflejar tanta luz, se ha visto que es muy útil como refrigerante natural. Por algo en los pueblos en los que hace mucho calor se suelen pintar las casas de blanco.
Este es el motivo por el que la la ciencia busca el blanco más blanco. Alterando la composición de las pinturas e incluyendo cristales que ayudan a reflejar una mayor cantidad de luz, se han conseguido ya tonos de blanco que reflejan más del 98 % de la luz. Eso es casi un blanco perfecto, pero lo cierto es que, para considerarse como tal, se necesitaría un 100 %.
La ciencia sigue intentando conseguir ese porcentaje o, al menos, fabricar una pintura barata con el que ya se tiene. Porque la realidad es que, por lo general, conseguir un blanco muy blanco es de lo más caro. ¿Te sigue pareciendo que el Pantone 2026 es un color aburrido? Puede ensuciarse con facilidad o no quedar bien a las pieles más claras, pero de aburrido no tiene nada.

