La amenaza de Gemini a ChatGPT ha encendido las alarmas en las oficinas de OpenAI. A tal punto que, según reportan The Wall Street Journal y The Information, Sam Altman ha declarado un “código rojo” que trae consigo varios cambios en los planes inmediatos de la compañía.
El jefe de OpenAI envió un memo a todos los empleados donde informó la implementación de un giro en su estrategia. Específicamente, Altman pidió a su staff que se enfoque en mejorar ChatGPT, que es su producto insignia. La intención es que la experiencia de uso del chatbot sea más intuitiva y personal, aunque no se detiene allí.
Según lo reportado, OpenAI quiere que su personal dedique sus esfuerzos en hacer más confiable y rápido a ChatGPT. También, para que el chatbot de inteligencia artificial sea más versátil a la hora de responder a las consultas de los usuarios, y para que las opciones de personalización sean mejores y más variadas.
Para concretarlo, la compañía con sede en San Francisco ha autorizado la transferencia temporal de equipos. Esto quiere decir que empleados dedicados a otros proyectos o productos podrán sumarse a trabajar en ChatGPT para tratar de recuperar la ventaja que alguna vez supieron tener sobre Gemini, Claude y otras soluciones similares.
Aunque esto no es todo. OpenAI también ha informado la postergación de otras iniciativas en las que estaba trabajando con miras a lanzarlas en el futuro cercano. Esto no implica su cancelación, sino una demora necesaria para direccionar recursos técnicos y humanos hacia ChatGPT.
OpenAI posterga otros lanzamientos para enfocarse en mejorar ChatGPT

Entre los proyectos que OpenAI pondrá en pausa para enfocarse en ChatGPT está la implementación de anuncios. Justo ayer les contábamos que se habían encontrado nuevos indicios de la pronta introducción de publicidades en el chatbot. Pero ahora parece que su arribo se va a retrasar por algún tiempo para dedicarse a otras prioridades.
Misma suerte correría el despliegue masivo del ya anunciado ChatGPT Pulse, al igual que la introducción de agentes de IA dedicados a las compras en línea y la salud. Por ahora no hay novedades respecto de por cuánto tiempo se pretende enfocar el grueso de la atención en optimizar la experiencia de uso de ChatGPT.
De acuerdo con el mensaje de Sam Altman a los empleados de OpenAI, se realizarán reuniones diarias con todos los involucrados en mejorar ChatGPT. Esto deja en evidencia que la startup quiere resultados, y los quiere de inmediato. Aunque ojo, que esto no significa que la firma se topó de la noche a la mañana con la amenaza de Google, Anthropic y otros rivales.
Según el WSJ, OpenAI ya había declarado un “código naranja” como etapa previa de alarma al código rojo. El incremento del alerta posiblemente se deba a la reciente presentación de Gemini 3 Pro, la IA más avanzada de Google que supera a GPT-5.1 en razonamiento académico y otros benchmarks.
Lo curioso de esta situación es que en su momento fue Google la que tuvo que declarar un código rojo cuando se vio eclipsada por ChatGPT en el campo de la IA generativa. Una medida que muchos vieron como un intento desesperado por parte de los de Mountain View, pero que, a la postre, les ha dado resultados positivos. ¿Sucederá lo mismo con OpenAI?
