Con Predator: Badlands, la saga Depredador ha dado un inesperado giro a sus historias. Y es que, por primera vez, el Yautja es el bueno de la película y no el villano. Una sorprendente decisión que tomó el director Dan Trachtenberg, el hombre que se ha propuesto resucitar la franquicia de sus cenizas. El cineasta dirigió hace unos años Predator: Prey y este mismo 2025 regresó con la animada Predator: Asesino de asesinos. Con Badlands encara su tercer proyecto en la saga desde su lado más sorprendente.
La idea de convertir al Depredador en el bueno en Predator: Badlands hace de la película una rara avis en la franquicia. Y por eso mismo hemos querido preguntarle a Dan Trachtenberg en Hipertextual en una entrevista exclusiva. “Estaba tratando de imaginar cuál podría ser la próxima película de Predator tras el éxito de Prey y me propuse el reto de crear algo que fuera más que simplemente otra película de Predator con una estética diferente”, nos explica.
“Fue entonces cuando se me ocurrió la idea: ¿y si ese famoso monstruo clásico del cine fuera el protagonista? Entonces me di cuenta de que eso era algo muy grande, no solo para Predator, sino para toda la ciencia ficción en general. A lo largo de los años, nos hemos enamorado de criaturas que eran los compañeros o los villanos. Pero nunca han sido los protagonistas de su propia película. Y eso es lo importante aquí. Fue como: «Dios mío, vamos a coger a este monstruo y voy a conseguir que le animéis»”, continúa Trachtenberg sobre el giro en la premisa de Predator: Badlands.
Es decir, el cambio en la saga con esta película surgió como respuesta al éxito masivo que tuvo Predator: Prey pese a no llegar a los cines y estrenarse directamente vía streaming. “Fue al final de Prey, cuando la gente estaba contenta con la película y me di cuenta de que me iban a preguntar por una secuela. Comprendí que más me valía pensar en algo. Y sí, fue entonces cuando lo pensé detenidamente y se me ocurrió esto”, celebra Dan Trachtenberg.
Un cambio que afectó a la acción de la película
Otro de los grandes cambios en Predator: Badlands es que, por primera vez en 38 años que tiene la saga, la película no tiene una calificación por edades R (solo para adultos) sino PG-13. Según contó el equipo de la cinta, esto se debe a que no aparece sangre humana. En su lugar, la matanza es hacia otros monstruos y alienígenas. Porque, tal y como promete el director, la cinta tiene mucha acción y muy variada.
“Lo que me encanta de la acción de todas mis películas, lo que me he propuesto hacer siempre y especialmente en Badlands, es que hay mucha. Pero no solo por cantidad, sino por diversidad. Hay muchos tipos diferentes de acción en la película”, revela el director. “Hay secuencias de gran suspense y grandes momentos de combate cuerpo a cuerpo, de lucha con espadas, de peligro con criaturas y otros tipos de armamento. Cada secuencia es única. Me encanta cuando una película es un plato completo, y esta lo es”, promete a su vez.
Por supuesto, al convertir al Yautja en protagonista, esto también afectó al propio diseño del personaje y del traje que lleva en Predator: Badlands. “Hemos diseñado el traje para que el Depredador se mueva como siempre había esperado, como una criatura real. Feroz y sin estar limitado por el peso del casco y la visibilidad limitada que se produce cuando un actor lleva el traje”, expone Dan Trachtenberg. “Así que sí, hemos podido dar rienda suelta a la acción desde el punto de vista de la acción”, concluye.
Predator: Badlands ya está en cines.
