La Dirección General de Tráfico (DGT) ha encontrado la forma de multar a aquellos conductores que incumplen una de las mayores prohibiciones en las autopistas españolas. Lo va a hacer, como en muchos otros casos, a través de radares que se instalarán en varias carreteras de país. Eso sí, su funcionamiento es muy diferente al de los radares de velocidad. Se conocen como “radares negros” y su objetivo es detectar si se hace un correcto uso del carril Bus-VAO (Vehículos de Alta Ocupación).
El nuevo radar negro que la DGT está instalando en las carreteras es capaz de escanear el interior del vehículo y detectar el número de ocupantes. Lo consigue, gracias a una tecnología capaz de reconocer hasta 1.000 vehículos por hora. Estos radares, incluso, pueden distinguir con precisión entre ocupantes reales o bultos y objetos de gran tamaño u otros elementos, mediante análisis de patrones térmicos y de movimiento.
Su funcionamiento es muy sencillo, y a la vez muy efectivo. El “radar negro” cuenta con dos cámaras fijas que se sincronizan entre sí. La primera cámara se ubica en la entrada del carril BUS-VAO, mientras que la segunda cámara se coloca entre 50 y 100 metros más adelante. Ambas incluyen un sistema de sensores ópticos infrarrojos que analizan las siluetas humanas del interior del vehículo. La DGT también utiliza un software potenciado por inteligencia artificial que analiza las imágenes recogidas por los sensores para comprobar el número de ocupantes.
¿Cuál es la sanción de los radares negros de la DGT?
Los radares negros de la DGT multarán cuando detecten que se incumple la normativa del carril BUS-VAO. Es decir, cuando en el carril viaje solo un conductor. En este caso, la sanción será de hasta 200 euros. Los radares funcionarán mediante conexión 5G, lo que permitirán que el envío de la multa a los servidores de la DGT sea inmediato. Esto también agilizará el proceso administrativo a la hora de recibir una multa, incluyendo el tiempo que tarda en llegar al domicilio del conductor.
Además, estos radares estarán alimentados con placas solares y funcionarán de forma independiente a la red eléctrica. Esto quiere decir que si hay un apagón como el ocurrido el pasado mes de abril, podrán continuar multando.
Los nuevos radares negros de la DGT comenzarán a funcionar a lo largo del primer trimestre de 2026. Los primeros se instalarán en la autovía A2, en el nuevo carril VAO que se encuentra entre el acceso a Madrid desde Barajas. Más adelante, se instalarán en otros puntos de España, y no solo en los carriles de Alta ocupación. Los radares también podrían servir para controlar las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) en el caso de que se limite la circulación a los vehículos con un solo ocupante.
