50 años después, resuelven el misterio del hermano pequeño del ‘Tyrannosaurus rex’

50 años después, resuelven el misterio del hermano pequeño del ‘Tyrannosaurus rex’

Es imposible saber cuántas especies de dinosaurios existieron en su día. Si con algunos animales vivos se complica encontrar todas sus especies, es más complicado aún con los que llevan millones de años extintos. De hecho, a veces, cuando solo hay unos pocos huesos a disposición de los científicos, hasta distinguir entre una especie y otra resulta todo un reto. Es, por ejemplo, lo que ha ocurrido en los últimos 70 años con Nanotyrannus lancensis, un pequeño dinosaurio que ha generado mucho debate entre quienes creen que es una especie totalmente distinta y quienes piensan que no es más que un Tyrannosaurus rex adolescente.

La disputa empezó en 1965, cuando el paleontólogo soviético  Anatoly Konstantinovich Rozhdestvensky se mostró reacio a aceptar la hipótesis lanzada por su descubridor allá por los años 40. Rozhdestvensky se basó en la idea de que los dinosaurios cambian radicalmente a medida que maduran, pudiendo llegar a parecer especies distintas.

Normalmente, para establecer la edad de un dinosaurio se emplean los huesos de sus extremidades, pero de Nanotyrannus lancensis solo había un cráneo, por lo que parecía cada vez más difícil resolver el misterio y poner fin al dilema. Sin embargo, ahora, un equipo de científicos de la Universidad de Princeton ha dado carpetazo al asunto, al analizar un hueso de la garganta al que otros paleontólogos no habían prestado atención.

Tras analizar cómo cambia este huesos en descendientes de los dinosaurios que aún viven, como los cocodrilos y las avestruces, han determinado que, en realidad, aquel cráneo sí había alcanzado su madurez. Por lo tanto, no era un pequeño Tyrannosaurus rex, sino otra especie emparentada con él, pero muchísimo más pequeña.

Los cocodrilos que pusieron fin al misterio del Tyrannosaurus rex

El fósil hallado en los años 40, CMNH 7541, era un cráneo bastante bien conservado. Durante todo este tiempo han sido muchos los científicos que lo han estudiado. Sin embargo, ninguno se había centrado en un pequeño hueso de la garganta, llamado hueso ceratobranquial. Se sabe que este hueso experimenta modificaciones a lo largo de los años que pueden servir para calcular la edad de los arcosaurios. Este es un grupo de animales en el que se engloban los dinosaurios, pero también animales todavía vivos, como los cocodrilos y las aves.

Estudiando algunos ejemplos de este hueso en avestruces y cocodrilos de distintas edades, los científicos de la Universidad de Princeton identificaron los rasgos que indican el paso del tiempo. Después, los buscaron en el cráneo CMNH 7541 para comprobar que, en realidad, sí que era un animal totalmente maduro.

cocodrilo
El estudio de los cocodrilos ayudó a determinar la edad de este misterioso dinosaurio. Crédito: Tomás Castelazo (Wikimedia Commons)

No era un Tyrannosaurus rex joven, sino un dinosaurio pequeño que ya había alcanzado su tamaño máximo. Se pone fin así a un misterio que, en honor a la verdad, ya estaba casi resuelto.

Un estudio paralelo había llegado a las mismas conclusiones

Hace poco más de un mes que se publicó otro estudio sobre el análisis de un ejemplar completo que podría ser otro Nanotyrannus lancensis. Era uno de los dos animales enzarzados en el “Duelo de dinosaurios”, un fascinante fósil hallado en Montana en 2006. En él se ve a dos animales que fueron sepultados en plena pelea. Uno era claramente un Triceratops, pero con el otro había dudas. Parecía un Tyrannosaurus rex, pero era demasiado pequeño. Aquel hallazgo dio pie a otro misterio que ha sido igualmente resuelto recientemente.

duelo de dinosaurios
Reconstrucción del Duelo de Dinosaurios en el North Carolina Museum of Natural Sciences.

Al tener el esqueleto completo, sí que se han podido analizar parámetros como la fusión espinal o los anillos de crecimiento que, como en los troncos de los árboles, indican la antigüedad de los huesos, especialmente los de las extremidades.

Los científicos que realizaron esta investigación concluyeron que no era un dinosaurio joven, sino que había alcanzado su madurez completa. Debía ser otra especie de dinosaurio más pequeño. Ahora, al ver ambos estudios en conjunto, está claro que se trataba de un Nanotyrannus lancensis adulto. Una versión de bolsillo del T. rex que, durante mucho tiempo, se ha confundido con él. Pero por fin se ha terminado la confusión. Convivieron en la misma época, hace unos 66 millones de años, pero cada cual pertenecía a su propia especie. 


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