A un mes y poco más para finalizar el año, algo queda claro: 2025 ha sorprendido en toda su variedad de situaciones impredecibles y escándalos. A debates políticos inéditos y controversiales, situaciones mundiales cada vez más tensas, se le sumó el cada vez más rápido avance de la IA. También, la llegada de innovaciones en tecnologías telefónicas y automotrices, además de la creciente automatización de lo doméstico. Un giro de eventos que quizás, cambió el futuro para siempre.
También, impactó de manera directa en la información, los datos y la forma en que toda una generación se comunica. Este fue el año en que TikTok casi cerró en EEUU y aumentó su influencia, también el de la llegada de Sora y nuevos avances en ChatGPT y Gemini. Esto último, dando un vuelco a la manera de generar imágenes, comunicar e incluso, en las cientos de aplicaciones de la vida cotidiana. Algo, por supuesto, que abrió las puertas para cambios más radicales y cada vez más profundos en los años por venir.
No obstante, también fue un año de escándalos. De los datos erróneos de la IA, el descontrol de Grok de X, que obligó a su cierre temporal, hasta el impacto de las nuevas tecnologías en el mundo del espectáculo. No faltaron situaciones cada vez más complejas de resolver. A eso habría que sumar todas las sorpresas que la cultura pop dejó a su paso, con un renovado interés por las celebridades y su relación con la hipercomunicación. Al mismo tiempo, los primeros fracasos del otrora invencible cine de superhéroes y el auge de los modelos generativos en diferentes partes de la industria.
¿Y en la cultura pop?
Pero Hollywood sigue siendo Hollywood y más allá de toda esa complicada red de situaciones, hubo también escándalos que pusieron a prueba el sentido del espectáculo. Para ahondar en ese escenario extravagante, te dejamos los doce escándalos de la cultura pop en 2025.
De un juicio polémico que solo parece hacerse más vergonzoso, a la llegada de la primera actriz generada por IA, a temas duros como el racismo en la publicidad. Todo para analizar un año especialmente complicado y que, sin duda, será recordado en el futuro por todos los sucesos cada vez más singulares que deja a su paso.
La polémica de Blake Lively y Justin Baldoni

Aunque el conflicto entre las dos celebridades comenzó en diciembre del año pasado, ha sido durante el 2025 que alcanzó sus momentos más vergonzosos y complejos. En particular, porque ni Blake Lively ni Justin Baldoni parecen dispuestos a ceder terreno. De modo que lo que comenzó como una demanda presentada por la actriz el 20 de diciembre de 2024, ya toma la escala de quizás la peor batalla legal de la que se tenga memoria en Hollywood.
El reclamo legal original de Lively, incluía acusaciones contra Justin Baldoni por difamación, acoso y usar herramientas de contenido online para afectar la pública de la actriz. Lo que provocó el despido del actor y director de su agencia de talentos y otras medidas de rechazo público en la industria. Todo empeoró cuando el 3 de enero de 2025, el abogado de Baldoni dice que planean demandar a Lively por el uso indebido de mensajes de texto y otros materiales. Que, a juicio del funcionario, habían sido sacados de contexto. Algo que se concretó cuando el 16 de enero, Baldoni demanda a Lively, también por difamación, e incluye al marido de esta, Ryan Reynolds.
Lo siguiente fue una complicada travesía legal de litigios, desestimaciones jurídicas y reclamos legales que no llegaron a ningún lado. Lo que incluye que un juez de Nueva York descartara las demandas de Baldoni contra Blake Lively, su esposo Ryan Reynolds y el New York Times, Pero eso no detuvo a Baldoni ni a su equipo legal. A lo largo del año, intentó retomar la querellas, sin que ningún juez lo aceptara. Todo, mientras el escrutinio público contra Lively aumentaba y se convertía en lo que ha sido llamado por expertos, una catástrofe pública. También, una prueba evidente del mal uso del poder de las redes sociales para provocar desastres de reputación y manipulación mediática.
El casting de Severus Snape para la serie de HBO

El año 2025 comenzó con rumores sobre el posible elenco para la serie de HBO basada en la saga literaria de Harry Potter. Luego de años de incertidumbre, el proyecto entró en plena producción y anunció que su intención era ser lo más fiel posible al material original. A eso se sumó el hecho de que Warner confirmara que habría una temporada exclusiva para cada libro. Una decisión que supondría adaptar, finalmente, partes enteras de la obra que no llegaron a la versión cinematográfica por cuestiones de tiempo y coherencia de argumento.
Por lo que cuando el 15 de abril se anunció oficialmente a los escogidos para encarnar a los icónicos personajes de la franquicia para su versión televisiva, el interés estaba en su punto más alto. Y quizás por ese motivo, la elección del actor anglo-ghanés Paapa Essiedu para el papel del profesor Severus Snape causó una inmediata polémica. Un giro de los acontecimientos que provocó una oleada de insultos racistas contra el actor y un debate incómodo sobre las decisiones creativas de HBO.
Televisión (vs) saga literaria

En los libros, Severus Snape, un supremacista que se convierte en doble espía por la causa de Albus Dumbledore, es descrito como pálido, demacrado y con apariencia enfermiza. Algo que contrasta frontalmente con Paapa Essiedu, un hombre joven, atlético y atractivo. Además, cambiar el origen étnico de Snape supone brindar una segunda lectura racista a su violenta posición contra los magos de sangre mestiza. Todos puntos que se convirtieron en tema de debate y malestar entre los millones de fanáticos de la saga literaria.
En medio de la controversia, J.K Rowling expresó su opinión y dio su aprobación a la elección. Con todo, la polémica se extendió porque, sin detalles del argumento más allá de los obvios, no hay modo de saber cómo manejará el guion el controvertido tema alrededor del racismo que deberá padecer el profesor. Por ahora, el punto continúa siendo una incógnita, que promete revelarse en 2027, fecha de estreno de la producción.
El Instagram de Zack Snyder

Esta polémica es una curiosa mezcla de situaciones incómodas. En especial, porque atraviesa una serie de malas decisiones corporativas que terminaron por cancelar el Universo Extendido de DC. Un suceso que marcó el punto final de los proyectos de Zack Snyder, responsable de varias de las películas más importantes de la extinta saga. Todo en beneficio de un segundo intento de un universo expandido, esta vez en manos de James Gunn a partir de 2022.
El cambio trajo una considerable polémica en redes sociales, que dividió al fandom en línea en dos partes, una de las cuales exigía que se restauraran las propuestas de Snyder para la franquicia superheróica. El punto se convirtió en un elemento radical, tanto como para provocar llamados a boicot y largas discusiones sobre las venideras producciones encabezadas por Gunn. No obstante, Zack Snyder se mantuvo en un discreto segundo plano y dedicó sus energías a su carrera cinematográfica más allá de Warner.
Una serie de insinuaciones… polémicas

Eso, hasta octubre de este año, cuando el director decidió abrir una cuenta de Instagram. Desde entonces y a lo largo de 97 publicaciones, ha mostrado material inédito de todas sus películas, con algunos pies de foto que han provocado discusiones y malestar. En especial, una del 17 de octubre en la que mostraba un fotograma de El hombre de acero (2013) y añadía la frase “Henry Cavill es Superman”.
Lo que pareció una alusión directa al malestar que provocó en cierta parte de los fanáticos, la selección de David Corenswet para encarnar al icónico héroe en la película estrenada este año.
Todo se volvió un poco peor, cuando el director siguió incluyendo material sobre el Batman de Ben Affleck y otras tantas imágenes de Henry Cavill en el traje azul y rojo. Algo que llevó al debate acerca del director aviva la discusión sobre el cancelado universo que dirigió y si el contenido de la cuenta, es una forma de provocar debate.
‘Cumbres borrascosas’ se pasa al género erótico

Esta es una polémica muy poco común, porque la película que la provocó todavía no se ha estrenado. Pero la mera insinuación de que Emerald Fennell (Saltburn) había transformado el clásico Cumbres Borrascosas de Emily Brontë en una fantasía sexual, desconcertó al público. Un escándalo que comenzó cuando la realizadora seleccionó a Jacob Elordi (Frankenstein) y a Margot Robbie (Barbie), como protagonistas.
Eso contradiciendo directamente las descripciones de la obra sobre el aspecto físico de sus personajes e incluso la edad de cada uno de ellos. Pero lo realmente complicado llegó cuando se estrenó el primer avance de la producción, el 3 de septiembre de este año. El teaser trailer mostraba a los compungidos y atormentados amantes del libro, convertidos en dos amantes con un explícito deseo sexual. Algo que parecía transformar el subtexto de violencia y degradación de la novela en fantasías eróticas cercanas al sadomasoquismo.
Deseo, crueldad y un libro gótico

De inmediato, hubo un escándalo considerable por la tergiversación de la historia original. Pero en especial, por restar importancia a los importantes temas de la novela como la exclusión, la discriminación y el abuso. Especiales críticas recibió el aspecto juvenil y europeo del Heathcliff de Jacob Elordi, lo que resta interés a la condición de excluido del atormentado amante del original.
El 14 de noviembre, todo llegó a un punto más complejo cuando un segundo tráiler mostró la indudable trama sexualmente agresiva del libro. A lo que hubo que añadir comentarios de la propia directora, señalando que había creado una fantasía de tensión sexual, como una adaptación válida del libro. Con pases de pruebas desastrosos, odio en redes sociales y los incondicionales de la cineasta en pie de guerra para defender la película, la producción es uno de los escándalos del 2025.
Sydney Sweeney y sus jeans

Este ha sido el año en que la alumna aventajada de Euphoria ha estado en boca de todos. Y no siempre por buenas razones. Pero la más complicada, fue la polémica que se desató a su alrededor debido a la campaña de American Eagle que protagonizó. En la pieza publicitaria, lanzada el 23 de julio, y que incluyó vallas en Times Square, publicidad para televisión y redes sociales, la actriz se muestra usando jeans de la marca.
Pero en lo que se volvió un giro polémico, también hace un juego de palabras con jeans y genes, que en inglés se escuchan de manera muy semejante. Más complicado todavía, en varios de los cortos que acompañaron a la promoción, Sweeney explica que heredó sus rasgos —ojos azules, cabello rubio— de su genética. Lo mismo que su amor por los jeans. A lo que agrega que sus “genes son azules”.
Un revuelo complejo

El escándalo estalló de inmediato y se acusó a la actriz de promover la eugenia, la supremacía blanca y el racismo. En el punto más crítico de la situación, American Eagle lanzó un comunicado explicando que su campaña siempre fue sobre jeans. Eso, mientras el presidente Donald Trump apoyaba a la actriz públicamente y se descubría que estaba registrada como votante republicana.
Por su parte, la actriz se negó a decir nada hasta que este mes sostuvo una entrevista con la periodista Katherine Stoeffel, para GQ. A la pregunta si se disculparía por la situación, se negó a hacerlo sin dar más explicaciones. Una estrategia que desató de nuevo la polémica a su alrededor de una manera incómoda.
Y también… Sydney Sweeney pierde en taquilla

Quizás por lo anterior, la que ha sido considerada parte de una nueva generación de actores exitosos, ha visto mermada su popularidad con tres fracasos de taquilla consecutivos. Este año, Sydney Sweeney protagonizó Americana, un drama complicado que no solo pasó desapercibido en taquilla, sino que recibió pésimas críticas.
Le siguió Edén de Ron Howard, que fue masacrada por la prensa especializada y también, un fracaso en recaudación. Pero el peor momento en la carrera de Sydney Sweeney llegó con Christy, una producción independiente que recibió un tibio recibimiento en festivales. No obstante, aun así, la encarnación de la actriz de una figura del deporte norteamericano, queer y conocida por su valor, sorprendió. Algo que, además, abrió incluso la posibilidad de una nominación al Oscar.
Pero la cinta fue un considerable fracaso de recaudación. En su primer fin de semana, se consideró el peor estreno en una cinta con más de 2000 salas en su distribución. Para el segundo, sufrió un bajón de casi 82 % en público, lo que diluyó no solo la conversación a su alrededor, sino además, el posible reconocimiento para su actriz.
Adam Driver y Kylo Ren

Una de las polémicas más curiosas de este año, la protagonizó Adam Driver y para hacerlo todo más singular, la saga Star Wars. A finales del mes de octubre, el actor brindó una entrevista a AP, en la que comentó que dos años atrás, escribió un guion que involucraba a Kylo Ren. El proyecto titulado The Hunt for Ben Solo, contaba lo ocurrido con el personaje después de los eventos de Star Wars: El ascenso de Skywalker (2019).
Entusiasmado con la premisa, el intérprete reclutó a Steven Soderbergh para el proyecto e incluso obtuvo el visto bueno de LucasFilm. Solo para que al final, Disney descartara la posibilidad por no entender cómo el personaje — muerto en heroico sacrificio— podría regresar a la vida. Pero lo que parecía una anécdota en medio de una conversación, de inmediato se convirtió en un escándalo de proporciones mundiales.
Eso, cuando la noticia se volvió viral y la posibilidad de la cinta obsesionó al fandom de Star Wars. Desde ser tendencia por días en varias redes sociales, a un avión pasando sobre los estudios de Disney en Burbank reclamando atención. Lo cierto es que la cancelada cinta se volvió uno de los momentos más singulares del año 2025.
El siniestro caso de Sean “Diddy” Combs

Uno de los escándalos más retorcidos del año, lo protagonizó el cantante Sean “Diddy” Combs. El artista, conocido por su estela de éxitos en 1990 y comienzos del 2000, convirtió al hip-hop en una fuerza cultural mundial. Por lo que las acusaciones en su contra por abuso y conducta sexual inapropiada, sacudieron la industria musical estadounidense a varios niveles distintos.
Los cargos de la fiscalía de Nueva York contra el cantante, le acusaban de fiestas sexuales a gran escala, que incluían abuso y uso de drogas. Todo se volvió peor, cuando diversas exparejas, incluida la cantante de R&B Cassandra “Cassie” Ventura confirmaron la versión. Los señalamientos aumentaron con el correr de los meses, agregando datos sobre “una organización criminal cuyos miembros y asociados participaron, o intentaron participar, entre otros delitos”, según detalla la demanda.
De mal en peor

Finalmente, Combs fue acusado de conspiración para delinquir, dos cargos de trata de personas con fines sexuales mediante fuerza, fraude o coacción. Además de dos más por transporte para ejercer la prostitución, que conllevan una pena máxima de 10 años de prisión.
El escándalo se tornó mayúsculo a medida que las pruebas y testimonios se volvieron comidilla en redes sociales. Finalmente, el 3 de octubre, el cantante fue sentenciado a cuatro años y dos meses de prisión, lo que puso fin — por ahora — al sórdido proceso.
El Coldplaygate

En uno de los sucesos virales destinados a convertirse en historia de Internet, un concierto de la banda Coldplay tuvo un giro inesperado y vergonzoso. El 15 de julio, la agrupación ofrecía un concierto en el Estadio Gillette, Foxborough (Massachusetts), cuando la cámara interna del espectáculo grabó por casualidad a una pareja. Se trataba de Andy Byron, el CEO de la compañía tecnológica Astronomer, y Kristin Cabot (directora de personal de la misma empresa). Ambos estaban casados por separados y llevaban una relación ilícita por más de un año.
La sorpresa y después consternación por el descubrimiento de la infidelidad, se volvió un suceso viral a una escala imprevisible. Internet reaccionó al suceso convirtiendo al suceso en un meme que se volvió tendencia por tres semanas en redes sociales. Además de provocar un escrutinio minucioso sobre la vida de Byron y Cabot.
Finalmente, ambos fueron removidos de sus cargos y la esposa de Andy Byron le abandonó en medio de otro escándalo público. El suceso provocó discusiones sobre la privacidad y el derecho a la identidad en Internet. Un punto en Byron usó como punta de lanza para disculpas públicas y después, un intento de demanda a la banda. Una situación legal que todavía sigue sin resolverse en la actualidad.
El debut y despedida — por ahora — de Tilly Norwood

La inteligencia artificial se ha convertido en un debate cada vez más preocupante para la industria del espectáculo. Por lo que el anuncio de la creación de Tilly Norwood, una actriz generada por IA, despertó revuelo, sospechas y desconfianza en el mundo cinematográfico. Creada por Eline Van der Velden, a través de la división de IA de la productora Particle6 Group, llamada Xicoia, se anunció que la intérprete estaba a punto de ser contratada por una agencia de talentos.
La posibilidad de que una creación de inteligencia generativa pudiera actuar, se volvió un punto de honor para Hollywood. Por lo que hubo una fuerte reacción de intérpretes como Emily Blunt, Natasha Lyonne y Whoopi Goldberg, y por el sindicato de actores SAG-AFTRA. Finalmente, la propia creadora afirmó que solo era una pieza de arte y que de ninguna forma, sustituiría al talento humano. Con todo, la posibilidad abrió de nuevo un debate sobre el futuro del cine en manos de la IA. En especial, en su capacidad para sustituir al talento humano.
La venta de Warner

Luego de un año con 7 éxitos de taquilla consecutivos, el rumor de que el estudio Warner Bros estaba a la venta, sorprendió. Mucho más, cuando se confirmó y además se detalló una guerra de ofertas. Entre ellas, las del gigante del streaming Netflix, el consorcio Paramount Global e incluso, un grupo de inversiones de Arabia Saudita.
Por ahora no hay nada claro y la venta se está llevando paso a paso de manera discreta. Allen & Co., J.P. Morgan y Evercore apoyan a la compañía como asesores financieros. Pero además, hay presión política de parte de la Casa Blanca para que Paramount termine por lograr un acuerdo. Por otro lado, la posibilidad de que Netflix adquiera el catálogo, podría llevar a la plataforma al terreno de una demanda por monopolio. Algo que hace la situación más compleja.
La venta del estudio podría cambiar el panorama del entretenimiento tal y como lo conocemos. No solo por ser un estudio histórico, sino por brindar al posible comprador un poder a escala total en el mundo del cine. Con marcas como HBO y franquicias como Harry Potter y DC, se trata de una de las compañías más valiosas del espectáculo. Lo que hace la situación aún más complicada.
La polémica del remake de Blancanieves

Luego de continuos retrasos, cambios, reescrituras y todo tipo de modificaciones en la premisa original, el remake de Blancanieves a cargo de Marc Webb, se estrenó el 21 de marzo de 2025. Y como era de esperarse, fue un desastre en taquilla y crítica. Pero el escándalo mayor vino con todos los sucesos que rodearon a la filmación y a la gira de prensa.
De rumores sobre las desavenencias entre las actrices Rachel Zegler y Gal Gadot, hasta el cambio de los enanos por creaciones digitales de aspecto grotesco. Nada pareció salir bien en la colección de despropósitos que rodearon al proyecto. Mucho más, cuando despertó un debate incómodo en redes sociales, sobre las posturas políticas de sus protagonistas, la identidad étnica de Zegler y hasta el talento para la actuación de Gadot.
Lo cierto es que la película pasó a la historia como uno de los fracasos más notorios de Disney en décadas. También, se convirtió en la responsable de detener, al menos por un tiempo, la producción de live-action en el estudio. Una combinación de sucesos que la convierten en uno de los grandes escándalos del año.
Las polémicas de Millie Bobby Brown

La querida Eleven de Stranger Things y estrella juvenil de Netflix, tuvo un año complicado y ciertamente polémico que enfrentar. Todo comenzó con el fracaso de Estado eléctrico, una superproducción de Netflix, que decepcionó por su guion flojo y caótico. Pero lo más llamativo, fue la gira de prensa de la producción, que presentó un cambio total de imagen de la actriz. Algo que provocó una campaña de ataques en redes sociales que la intérprete no dudó en enfrentar de manera directa.
Más complicadas resultaron sus declaraciones acerca de no ver películas o no tener el menor interés en el cine, más allá del muy reciente. Poco después, se supo que había adoptado a una niña junto con su esposo Jacob Hurley Bongiovi. Para finalmente, cerrar el año con la gira de prensa de la última temporada de Stranger Things y en medio de la polémica por una supuesta investigación interna — de Netflix — contra David Harbour. Todo, debido a su comportamiento abusivo (no sexual) contra la actriz.
A pesar de eso, se vio a ambos actores en medio de saludos cariñosos durante la alfombra roja del estreno de la producción en Los Ángeles. Lo que deja entrever que el conflicto — el que fuera — quedó resuelto de manera privada y discreta por la plataforma.

