La guerra de Israel y Palestina vuelve a implicar a Hollywood de forma muy directa. Y es que 1.200 de las principales estrellas de la industria han firmado un manifiesto por el que se comprometen a no trabajar con empresas e instituciones israelíes que estén “implicadas en el genocidio y el apartheid contra el pueblo palestino“. De esta forma, pretenden apartar al país del cine internacional mientras dure el conflicto.
La lista de firmantes, que ha superado los 1200 nombres, incluye a directores como Yorgos Lanthimos, Adam McKay o Joshua Oppenheimer y actores como Olivia Colman, Ayo Edebiri, Mark Ruffalo, Javier Bardem, Aimee Lou Wood, Brian Cox, Tilda Swinton, Josh o’Connor, Paapa Essiedu, Olivia Cooke… La declaración, publicada por la organización Film Workers for Palestine, señala como ejemplos de dicha complicidad el «encubrir o justificar el genocidio y el apartheid, y/o colaborar con el gobierno que los comete».
De esta forma, todas estas estrellas de Hollywood dejarán de trabajar en proyectos financiados o en los que se contraten servicios de empresas o instituciones de Israel. También dejarán de acudir a importantes eventos y festivales relacionados con la nación de Oriente Próximo.
“Como cineastas, actores, trabajadores de la industria cinematográfica e instituciones, reconocemos el poder del cine para moldear las percepciones. En estos momentos urgentes de crisis en los que muchos de nuestros gobiernos están permitiendo la matanza en Gaza, debemos hacer todo lo posible para abordar la complicidad en ese horror implacable”, expone el manifiesto.

Hollywood rechaza a Israel
“Respondemos al llamamiento de los cineastas palestinos, que han instado a la industria cinematográfica internacional a rechazar el silencio, el racismo y la deshumanización, así como a «hacer todo lo humanamente posible» para poner fin a la complicidad en su opresión”, prosigue la carta. Según cuentan, estos actos de boicot de Hollywood contra Israel se inspiran en acciones llevadas a cabo hace décadas por el Apartheid de Sudáfrica.
“Inspirados por Cineastas Unidos contra el Apartheid, [fundada en los años 80 por más de 100 cineastas como Martin Scorsese], que se negaron a proyectar sus películas en la Sudáfrica del apartheid, nos comprometemos a no proyectar películas, aparecer o colaborar de cualquier otra forma con instituciones cinematográficas israelíes —incluidos festivales, cines, cadenas de televisión y productoras— que estén implicadas en el genocidio y el apartheid contra el pueblo palestino”, sentencian.